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La Audiencia de Tarragona ha empezado a juzgar este lunes a un hombre acusado de un delito continuado de agresión sexual a menores de dieciséis años y uno de tenencia de armas prohibidas. El fiscal le pide trece años por ambos delitos.
Según el escrito de acusación, el investigado aprovechaba que se quedaba a cargo de la menor para hacerle tocamientos y besos en la boca. Para silenciarla la atemorizaba exhibiendo las armas que tenía en la vivienda y le amenazaba con «hacerle daño» a su abuela. Los hechos se remontan entre los años 2008 y 2017 en Bellvei.
Según el escrito acusatorio del Ministerio Público, el hombre se llevaba a la menor a una habitación para hacerle tocamientos, le besaba en la boca y también le pedía que le tocara los genitales. Las agresiones empezaron cuando la víctima tenía tres años y se alargaron hasta los doce años. La joven denunció los hechos en septiembre del 2021.
En el escrito también se indica que la menor fue diagnosticada de un trastorno disociativo y de múltiples crisis de ansiedad como «reacción del trauma de la infancia «.
En el documento, el fiscal también detalla que el acusado atemorizaba a la víctima con la exhibición de las armas que tenía en casa. En el registro policial realizado en el domicilio, se localizó un rifle, un revólver y cuatro cartuchos del calibre 380 Knall.
Carece de licencia de armas
Según el Ministerio Público, el acusado no dispone de licencia para tenerlas y éstas se encontraban en condiciones «aptas» para funcionar y reglamentadas. Además, hallaron siete catanas, una espada, cuatro puñales, dos machetes, un hacha y daga, entre otras armas.
Por todo ello, el Ministerio Público pide diez años de cárcel por el delito continuado de agresión sexual, la prohibición de aproximarse a la víctima durante once años, así como la libertad vigilada y la prohibición de trabajar en trabajos o actividades relacionadas con menores durante el período de seis años.
Por lo que respecta al delito de tenencia de armas prohibidas, solicita una pena de tres años de prisión. Asimismo, pide 30.000 euros de indemnización de responsabilidad civil.
El juicio arrancó este lunes por la mañana y se celebrará hasta este martes a puerta cerrada.
