El fin de los ERTE y las moratorias puede llevar al cierre a 110.000 negocios

La pandemia ha impactado de lleno en el tejido productivo español y desde que comenzara esta crisis sanitaria ya han desaparecido un total de 175.000 negocios. Aunque la recuperación se vaya asentando y se prevea un segundo semestre histórico en cuanto a crecimiento de la actividad, aún no se pueden lanzar las campanas al vuelo y todavía podrían cerrar otras 110.000 empresas si se eliminan las medidas de contención, como pueden ser los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) o las moratorias.

Así lo advierte el Consejo General de Colegios de Gestores Administrativos de España en su barómetro de junio, en el que avisan además de que de las 150.000 empresas que aún tienen a cerca de 450.000 trabajadores en ERTE, 95.000 no conseguirán recuperar a todo su personal.

Fernando Santiago, presidente de los Gestores Administrativos, denuncia que 16 meses después de que se decretara el primer estado de alarma, la mayor parte de las empresas siguen sin percibir las ayudas directas. «No nos engañemos, cuando éstas lleguen no van a ser suficiente tabla de salvación para muchas de ellas», afirma al respecto.

Por todo ello, los Gestores Administrativos reclaman que, además de contar con las medidas correctoras que aprobó el Gobierno, se han de empezar a establecer mecanismos que ayuden a los negocios a no hundirse cuando les falten dichas medidas. «Hay miles de empresas fantasma que se apoyan en la moratoria concursal o en las moratorias de alquileres o en los propios ERTE y, cuando estas facilidades desaparezcan, no van a poder hacer frente a sus compromisos», pronostica el presidente del Consejo de los Colegios de Gestores Administrativos.

El 8,2% de las pymes van a despedir personal en los próximos meses, pero, por otra parte, el 12,5% de los negocios va a contratar personal en los próximos meses, según señala el estudio análisis realizado por este organismo. «Esperemos que sean mayores las contrataciones que los despidos, pues el panorama que se nos presenta es complicado. Entre autónomos que están en cese de actividad, personal en ERTE –una parte de los cuales no van a recuperar su empleo, según el análisis–, y la desaparición de negocios que acarreará el fin de las medidas de contención, podemos encontrarnos con un otoño y un invierno muy complicado», precisa Fernando Santiago.

En cualquier caso, los Gestores Administrativos estiman que hasta 2023 no se empezarán a percibir síntomas reales de recuperación, por lo que consideran que, aunque «el ritmo de vacunación, la campaña de verano, la reducción del número de trabajadores en ERTE, nos induce a pensar que estamos en el buen camino», aún «no se han establecido los mecanismos necesarios para retirar esta respiración asistida que son ERTE, moratorias y demás».

En este sentido, la vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, garantizó ayer que habrá una nueva prórroga de los ERTE más allá del 31 de septiembre y que se mantendrá este mecanismo de mantenimiento del empleo el tiempo que dure la crisis derivada de las restricciones originadas por la pandemia.