Las residencias reclaman que se inyecte ya una tercera dosis a las personas vulnerables

Sanidad aún no ha decidido si lo hará. Un estudio alerta de que los mayores tienen un nivel bajo de anticuerpos de la Covid tres meses después de recibir la pauta completa de la vacuna

13 agosto 2021 10:30 | Actualizado a 13 agosto 2021 10:36
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«Estamos preocupadísimos por la quinta ola de la pandemia de la Covid. Poner una tercera dosis de la vacuna en las residencias es necesario al 100%. La quinta ola está haciendo daño incluso con un 95% de personas vacunadas. Esto sucede porque la gente ha perdido la inmunidad. Necesitamos la tercera dosis ya». Así de contundente se muestra la tarraconense Cinta Pascual, presidenta de ACRA (Associació Catalana de Recursos Assistencials) y CEAPS (Círculo Empresarial de Atención a las Personas).

Según los últimos datos disponible en el Departament de Salut de la Generalitat, 18 residencias del Camp de Tarragona y 7 de Terres de l’Ebre están en situación naranja y 8 y 2, respectivamente, en roja. Naranja quiere decir que «presentan casos positivos pero el brote se considera controlado y se garantiza una correcta sectorización y aislamiento de espacios de la residencia». Rojo, que tienen «casos activos de Covid, han aparecido nuevos casos o hay un brote en investigación».

Àlex Arenas: «Está claro que se inyectará una tercera dosis a las personas vulnerables»

La situación es infinitamente mejor que al principio de la pandemia y las vacunas han salvado miles de vidas. Las residencias disponen de medios de los que carecían en los peores meses de la Covid del año pasado. Aún así la situación es preocupante. De ahí la reclamación de Cinta Pascual.

Bajos niveles de anticuerpos

Pascual se basa en un estudio de IrsiCaixa y la Atenció Primària Metropolitana Norte del Institut Català de la Salut para apoyar su petición. El estudio señala que «los niveles de anticuerpos neutralizantes, es decir, con efecto protector, de las personas mayores de 65 años vacunadas y que han pasado la Covid-19 son altos, en comparación con las vacunadas que no han pasado la enfermedad. De hecho, estas últimas muestran niveles muy bajos de anticuerpos protectores tres meses después de recibir la pauta completa de la vacuna».

El estudio se realizó en 98 personas de tres residencias del área metropolitana norte de Barcelona. Los autores especifican que «se obtuvo una muestra de pacientes mayores de 65 años, aunque la media de edad era de 87. Entre estos, más de un 80% se infectó durante la primera ola de la pandemia y, más tarde, todos recibieron la pauta completa de la vacuna de Pfizer. Se extrajeron muestras de sangre de todo este grupo antes de la vacunación y tres meses después. De este modo se pudieron comparar los niveles de anticuerpos neutralizantes que habían generado las personas infectadas y vacunadas con los de las que únicamente se habían vacunado».

La conclusión del estudio es que «con estos datos podría ser necesario un replanteamiento de la estrategia de vacunación en las personas mayores que no han pasado la Covid para conseguir reforzar su respuesta protectora». En resumen, hay que inyectar una tercera dosis a los mayores y las personas más vulnerables.

Según los investigadores, «la campaña de vacunación ha sido un punto de inflexión en el transcurso de la pandemia. No obstante, ahora hay que entender cuánto dura la protección para poder prever y anticiparse a nuevos brotes de la enfermedad. Hasta ahora, la mayoría de estudios apuntan que esta respuesta protectora se mantiene, como mínimo, un año después de la infección, pero gran parte de estos estudios se han llevado a cabo en personas menores de 65 años».

El experto defiende  inmunizar antes a África que vacunar de nuevo a la población general

«La respuesta de las personas mayores a las vacunas o las infecciones es diferente ya que sus sistema inmunitario está envejecido y las células que deberían protegerlas son menos eficientes», considera Marta Massanella, investigadora principal del grupo de Investigación Traslacional en Inmunología y Envejecimiento (TRIA) de IrsiCaixa i co-coordinadora del proyecto junto a Núria Prat, directora de la Atención Primaria Metropolitana Norte del ICS.

A la espera de la decisión

Ante este dato y las peticiones de diversos sectores, ¿cuál ha sido la respuesta del Ministerio de Sanidad? La habitual durante la pandemia: «se estudiará». Es decir, aplazar sine die una decisión que se antoja inevitable.

La ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant, aseguró el viernes pasado que el Gobierno adoptará la decisión definitiva sobre la conveniencia o no de inocular una tercera dosis de las vacunas contra la Covid-19 «de la mano de la evidencia científica». La respuesta es políticamente correcta, pero entre líneas se puede leer: «Ahora no tenemos ni idea de qué hacer. Ya tomaremos una decisión más adelante».

¿La decisión para cuándo? Al día siguiente de que hablase la ministra, el director del Centro de Coordinación y Alertas y Emergencias, Fernando Simón, no concretó nada. En su línea. «Habrá que evaluar la decisión (de poner la tercera dosis) en las próximas semanas con datos científicos sólidos. Si es necesaria, se pondrá». Como diría el Quijote, «Cuán largo me lo fiáis, amigo Sancho».

Si España se limita a no hacer nada, Portugal va a realizar test serológicos a una muestra de 5.000 ancianos y trabajadores de residencias para medir la duración de los efectos de la vacuna en esta población.

El estudio busca comparar la inmunidad de los ancianos que recibieron la vacuna con la de los trabajadores de estos centros, vacunados al mismo tiempo, para tener más información sobre cuánto duran los efectos de la inyección entre la población de más edad, la más vulnerable al virus.

El catedrático de Ingeniería Informática y Matemáticas en la URV Àlex Arenas sostiene que «está claro que se pondrá una tercera dosis de la vacuna a los más vulnerables. Se ha observado que el sistema inmunológico de las personas mayores no responde de la misma manera que el de una persona más joven. La inmunidad puede no ser suficiente para proteger a estas personas. También se aplicará a las personas inmunodeprimidas (las que tienen un tratamiento contra el cáncer, un trasplante de corazón...)».

Primero el Tercer Mundo

La situación cambia, precisa Arenas, si hablamos de una tercera dosis para la población en general: «Aquí hay un dilema importante. Si consideras la epidemia como un problema global, que lo es, hay que intentar vacunar en todas aquellas zonas del mundo que aún no han tenido acceso a la vacuna. Son miles de millones de personas. Si no lo hacemos, nos llegará una nueva variante y comenzaremos desde cero».

Arenas va en la línea de la Organización Mundial de la Salud. La OMS apeló la semana pasada a la solidaridad con los países mas pobres, y especialmente con sus habitantes más vulnerables y los más expuestos.

Las autoridades sanitarias de África, un continente en el que solo el 1,58 % de sus 1.200 millones de habitantes está vacunado contra la Covid con pauta completa, respaldan la petición de moratoria lanzada por la OMS.

«Nuestra posición es clara. Necesitamos vacunar a tanta gente como sea posible con las vacunas disponibles antes de empezar a mirar hacia dosis de refuerzo», dijo el director de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de África de la Unión Africana, John Nkengasong.

Ni siquiera un día aguantó la solicitud de la OMS, informa Miguel Pérez, de la agencia Colpisa. Horas después de la propuesta, EEUU respondió con una negativa bajo el argumento de que proteger a los propios y ayudar a terceros países no es excluyente.

Tanto Alemania como Francia ya han anunciado que mantienen su objetivo de inyectar la dosis de refuerzo a «los mayores y personas vulnerables» a partir de septiembre. Israel, donde el 30 de julio entró en vigor esta campaña, con el presidente Isaac Herzog como primer triple vacunado, continuó también la vacunación con normalidad, como si la OMS no se hubiera pronunciado. 262.000 israelíes de 60 años en adelante han recibido una tercera dosis y 381.000 la aguardan.

El presidente francés, Emmanuel Macron, usó las redes sociales para difundir los objetivos franceses. «Sí, probablemente se necesitará una tercera dosis, no para todos de inmediato, pero al menos para las personas mayores y más vulnerables», tuiteó.

La solidaridad no ha sido la actitud más destacada en la UE o Estados Unidos durante la pandemia, aunque para la OMS en el pecado está la penitencia. Si las regiones pobres no son inmunes, la Covid seguirá presente y, lo que es peor, mutando en cepas impredecibles que pueden destruir el camino avanzado.

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