Trump se declara víctima de «la mayor caza de brujas»

En su primer acto público desde el asalto al Capitolio, el presidente saliente asegura que invocar la vigesimoquinta enmienda supone para él un «riesgo cero» pero puede causar una «gran ira» en el país

13 enero 2021 08:20 | Actualizado a 13 enero 2021 09:31
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En su primera aparición pública desde el asalto al Capitolio, Donald Trump despreció ayer en Texas la petición demócrata de invocar la vigesimoquinta enmienda de la Constitución para destituirle del cargo, y sostuvo que este recurso le supone un «riesgo cero». El presidente saliente hizo esta declaración mientras en Washington se desvanecían las posibilidades de aplicar esta enmienda, ya que el propio vicepresidente Mike Pence se mostró contrario al trámite, al igual que un buen número de representantes republicanos, aunque al cierre de esta edición todavía no había un pronunciamiento claro al respecto. El único que habló con diáfana claridad fue el propio afectado, que dijo que el proceso de destitución era la «continuación de la mayor caza de brujas de la historia política» en su contra.

A advirtió que el proceso puede causar un enorme peligro al país y una gran ira, e insistió en no «buscar la violencia».

A una semana de su entrega del poder al próximo presidente, Joe Biden, el magnate ha permanecido encerrado en la Casa Blanca con sus asesores más cercanos desde el miércoles. El Deutsche Bank ha suspendido también sus lazos con el mandatario tras dos décadas de apoyo a la Organización Trump. Ha anunciado que ya no hará más negocios con el presidente caído en desgracia.

La Junta de Jefes de Estado Mayor Conjunta del Ejército prepara una declaración para recordar a los miembros de las fuerzas armadas estadounidenses su deber de defender la Constitución y rechazar el extremismo.

Miedo a más violencia

El comunicado incide en la creciente alarma sobre posibles actos violentos desde ahora hasta el próximo 20 de enero, día de la investidura del nuevo presidente Joe Biden. Según diferentes informes de las agencias de seguridad, los radicales están movilizados a través de canales secretos en línea para planificar una nueva concentración en Washington. Asimismo, están realizando llamamientos por medio de mensajes encriptados a usar la violencia contra los funcionarios del Gobierno en la jornada presidencial, según NBC News. Algunos de los mensajes ofrecen información sobre cómo fabricar, ocultar y usar armas y bombas caseras. Se publican en chats donde los supremacistas blancos comparten información libremente desde hace meses, y donde se ha detectado un considerable aumento de los mensajes desde que se vieran obligados a abandonar otras plataformas suspendidas tras los actos de violencia del asedio al Capitolio.

Mientras Trump expresaba ayer su respeto por «la historia y las tradiciones de Estados Unidos» y advertía que ésta es la hora de «la paz y la calma», en Washington y los capitolios de cincuenta estados se continuaba el despliegue de policías y miembros de la Guardia Nacional para reforzar la seguridad en previsión de disturbios o atentados. También en las redes sociales se producía una purga: tan solo Twitter eliminó 70.000 perfiles de usuarios que difundían teorías de la conspiración.

El secretario de Estado, Mike Pompeo, canceló su viaje a Europa en el último minuto después de que el ministro de Relaciones Exteriores de Luxemburgo y varios altos funcionarios de la UE se negaran a reunirse con él.

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