El Govern, el Ministerio de Transportes y Aena han pactado la ampliación del aeropuerto de El Prat con una inversión de 3.200 millones de euros para alargar la tercera pista, construir la terminal satélite y remodelar las terminales T1 y T2. El president de la Generalitat, Salvador Illa, ha anunciado en una comparecencia que la propuesta está basada “en el máximo rigor técnico y operativo y la máxima ambición” para lograr un aeropuerto intercontinental con el “máximo respeto a la sostenibilidad”, y tenerlo listo de cara a 2033. El pacto incluye la renaturalización de unas 250 hectáreas de terreno agrícola –”multiplicando por 10” la superficie del delta afectada por la ampliación–, la creación de un “anillo verde” y un fondo ambiental.
Según Illa, el proyecto es “el más equilibrado de entre los posibles”. “Contamos con una propuesta sólida, consensuada y definitiva para hacer realidad la mejora y modernización del aeropuerto de El Prat para que se convierta en un gran hub de conexiones intercontinentales”, ha afirmado.
El president ha agradecido el trabajo de la comisión técnica que ha elaborado la propuesta y ha asegurado que será una “referencia internacional” en cuanto a la integración de grandes infraestructuras con su entorno medioambiental.
De hecho, Illa ha dicho que la propuesta de ampliación está “alineada con Europa” y “cumple escrupulosamente” los criterios para preservar y mejorar el delta del Llobregat.
“No podemos perder más tiempo, hay que pasar a la acción”, ha dicho el president, remarcando que durante años Cataluña ha mantenido paralizados proyectos estratégicos por “cierta indecisión”.
Illa ha destacado que Cataluña necesita poder viajar directamente “a todo el mundo sin pasar por Madrid, Londres o Frankfurt”, y ha vinculado un aeropuerto de estas características con un “turismo de calidad”.
Para Illa, la ampliación del aeropuerto de El Prat también representa una “apuesta estratégica” por Europa, en un momento en el que es necesario posicionarse desde el sur y el Mediterráneo para competir con otros hubs como los del Próximo Oriente.
Proyecto y plazos
El president ha destacado que el acuerdo para la ampliación de El Prat prevé “la remodelación integral y completa del aeropuerto” con una inversión de unos 3.200 millones de euros.
El pacto contempla la ampliación de la tercera pista –o pista del mar– en 500 metros, la longitud “mínima”, según Illa, para poder acoger vuelos intercontinentales.
Además del alargamiento, se remodelarán la T1 y la T2, se mejorará la pista del mar y se construirá una salida rápida de la pista cruzada.
También se concreta la nueva terminal satélite, que implicará la construcción de un tren subterráneo para conectar con la T1 y mejorar la experiencia de los viajeros.
Illa explicó que la redacción del nuevo Plan Director del aeropuerto y el procedimiento de validación ambiental estratégica empezarán de inmediato y, una vez superada esa fase, se llevará a cabo la redacción técnica arquitectónica y la declaración de impacto ambiental.
La previsión, según Illa, es aprobar el Plan Director en 2028, comenzar las obras en 2030 y “tenerlo todo finalizado en 2033”.
En el ámbito medioambiental, Illa prometió “actuaciones ambientales para mejorar sustancialmente el delta del Llobregat”, ganando 250 hectáreas de espacios renaturalizados, para “multiplicar por 10” la superficie de la Ricarda afectada por la ampliación.
Asimismo, se creará un “anillo verde” alrededor del aeropuerto y un fondo ambiental. “Queremos que el aeropuerto y Aena refuercen la preservación y gestión de las áreas medioambientales”, apuntó Illa.
Un proyecto atascado desde hace tiempo
Esto llega tras años de debate y después de que el proyecto quedara fuera del Documento de Regulación Aeroportuaria 2022–2026 por falta de acuerdo en septiembre de 2021 entre el Gobierno español –entonces con la ministra Raquel Sánchez– y la Generalitat –presidida por Pere Aragonès–.
El gobierno de Aragonès siempre mostró reservas por el impacto ambiental, aunque su vicepresidente, Jordi Puigneró, de Junts (cesado en septiembre de 2022), era un firme defensor. El proyecto preveía entonces una inversión de 1.700 millones de euros para alargar 500 metros la pista corta –la más cercana al mar y destinada a despegues– y la construcción de una terminal satélite.
Rechazo de los Comunes
La presentación del informe de la comisión técnica llega pocos días después de que el Govern pactara con los Comunes –socios prioritarios esta legislatura y siempre contrarios a la ampliación– el tercer y último suplemento de crédito por valor de 469 millones de euros.
Ante la inminente llegada del dictamen técnico, el portavoz de los Comunes en el Parlament, David Cid, ya advertía este fin de semana en una entrevista con la ACN que su formación preparaba una “estrategia de confrontación” para frenar la ampliación del aeropuerto y dejó claro que veía “prácticamente imposible” que la Comisión Europea avalara la propuesta por su impacto ambiental. Cid reafirmaba que los Comunes darían una “batalla en todos los frentes”, alegando que la ampliación del Prat supondría la llegada de 20 millones más de turistas, lo que impactaría en el precio de la vivienda y en el medio ambiente.
El pasado marzo, el Comité Asesor de Infraestructuras del Ayuntamiento de Barcelona ya elaboró su dictamen, señalando que la ampliación era “urgente y necesaria”, aunque sin pronunciarse sobre cuál sería la mejor opción para ampliar la infraestructura.
Este comité, formado por 25 expertos de diversas disciplinas, apostaba por incrementar el número de operaciones por hora hasta las 90, frente a las 78 actuales.
El documento también insistía en la necesidad de mejorar el modelo de gobernanza y reclamaba que el Ayuntamiento de Barcelona pueda participar en la toma de decisiones.