El PSOE resiste la irrupción de Podemos y el PP se desmorona

Susana Díaz obtiene 47 escaños, el mismo resultado de 2012. Teresa Rodríguez coloca 15 diputados en la Junta; y nueve Ciudadanos. El PP se estrella al pasar de 50 a 33 escaños

19 mayo 2017 23:14 | Actualizado a 22 mayo 2017 21:36
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Apostó fuerte, con un adelanto electoral casi caprichoso, y ahora cree que acertó. Susana Díaz ha logrado volver a situar al PSOE como primera fuerza política de Andalucía. En un escenario adverso para los dos grandes partidos, la presidenta de la Junta de Andalucía quiso dar un golpe encima de la mesa, demostrar que nadie podría hacer frente a su liderazgo, que, en tiempos de descrédito y aversión hacia los políticos, ella brillaría con luz propia. Y no se equivocó. Aunque tenían y tienen 47 escaños, y 150.000 votos menos que hace tres años, los socialistas consideran el resultado un éxito. Susana Díaz ha demostrado que es capaz de resistir la embestida de Podemos y es probable que pueda gobernar en solitario, como pretendía, con algún apoyo externo; quizá, de Ciudadanos. «Hay pocos precedentes en Europa de un partido que revalide, después 33 años, su mayoría –se vanaglorió ella en su comparecencia tras el veredicto de las urnas–. Eso me llena de responsabilidad».

El PP no ha logrado capear la tormenta y se ha dado un doloroso costalazo. Podemos entró en escena, pero sin la potencia esperada. Ciudadanos será un comparsa, de lujo, pero comparsa. E Izquierda Unida queda relegada a un papel testimonial.

A la ‘reina del Sur’, siempre dispuesta a ejercer el poder, a mandar y a que se note que manda, le faltaba la legitimidad de las urnas y la ha conseguido.

Eran muchos los dirigentes socialistas que tenían la vista puesta en ella como quien aguarda que el sol asome tras las nubes. Esperaban que demostrara que su formación no está muerta, para poder acudir a las elecciones regionales y municipales del 24 de mayo con nuevos bríos. El PSOE siente hoy que vuelve a recibir oxígeno.

Con fuerza, pero no tanta

En cuanto a la primera prueba electoral de la formación liderada por Pablo Iglesias tras su irrupción en el mapa político nacional hace poco más de un año, se salda con una doble lectura. En el aspecto positivo para Podemos está el hecho de que la formación ha logrado colocarse como la tercera fuerza de Andalucía con 15 escaños. También destaca el incremento de apoyos de Podemos con respecto a las europeas del pasado mayo. Entonces recibió un 7,1% de los votos emitidos en Andalucía. En estas autonómicas ha doblado ese porcentaje hasta hacerse con casi un 15% de los sufragios.

Los números son buenos. No obstante, no lo suficiente para una formación aupada en lo más alto en las encuestas a nivel nacional y que mantiene como su objetivo principal situar a Pablo Iglesias en la presidencia del Gobierno a fin de año. A nivel autonómico, los 15 diputados de Podemos se quedan por debajo de los 20 en los que se le había situado a lo largo de la campaña electoral.

Por último, el bipartidismo contra el que predica Podemos, aunque dañado, ha salido con vida de Andalucía. PSOE y PP siguen siendo las fuerzas más votadas, mientras que Podemos ejercerá ahora el papel que hasta ahora venía desempeñando Izquierda Unida.

Los dirigentes de Podemos se abonaron al optimismo en sus valoraciones de los resultados y optaron por ver el vaso medio lleno. Rodríguez interpretó que el bipartidismo ha caído al perder 17 escaños. Sobre el futuro, la candidata avanzó una oposición combativa. «Nuestros 15 diputados serán las 15 piedras en el zapato de quien quiera seguir recortando nuestros derechos», se comprometió. A continuación festejó que «el mapa político ya ha cambiado, y esto es solo un fotograma de la película del cambio».

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