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Un juez ordenó este sábado el ingreso en prisión preventiva para Abdalmasih H., el refugiado sirio que atacó el pasado jueves con un cuchillo a cuatro niños pequeños y dos adultos en un parque de Annecy (este de Francia).
El presunto agresor, que fue detenido minutos después del ataque por la policía, ha sido procesado por los delitos de «intento de asesinato» y de «rebelión con arma», anunció la fiscal de Annecy, Line Bonnet-Mathi.
La fiscal confirmó en rueda de prensa que las vidas de las seis víctimas ya no corren peligro, a pesar de que varias de ellas se debatían el jueves y el viernes entre la vida y la muerte. Los cuatro menores heridos por arma blanca - con edades entre los 22 meses y los tres años- han sido operados y siguen hospitalizados. De los dos adultos, uno, herido leve, fue dado de alta el jueves.
El otro, herido por arma blanca y por una bala perdida de la policía, continúa en el hospital.
Dos días después del drama que ha conmocionado Francia, el presunto agresor, de 31 años, compareció por la mañana ante dos jueces de instrucción. Fue llevado por la fuerza en una silla reclinable médica transportada por cuatro policías para el interrogatorio de primera comparecencia.
Según las imágenes mostradas por la cadena de televisión BFMTV, en el momento que salía de la comisaria hacia el Palacio de Justicia, estaba reclinado sobre la espalda con la cabeza echada hacia atrás y sus ojos parecían cerrados.
Tras la formulación de los cargos contra él, Abdalmasih H. compareció ante el juez que ordenó su prisión preventiva. La fiscal explicó que el detenido se ha negado a declarar en la comisaria y ante el instructor. El presunto agresor solo habla árabe e inglés, lo que complica su interrogatorio.
Durante el tiempo que ha estado detenido en comisaría, el refugiado sirio ha sido examinado en dos ocasiones por un médico, que ha juzgado su estado de salud compatible con la custodia policial. Los análisis de sangre a los que ha sido sometido no han detectado restos de droga o de alcohol. La fiscal considera que todavía es «prematuro» pronunciarse sobre los motivos del ataque, ya que el presunto agresor no se muestra colaborativo y se niega a declarar.
El médico psiquiatra que le ha examinado ha revelado «la ausencia de elementos delirantes francos», explicó la fiscal, que advirtió que, sin embargo, todavía es «prematuro» pronunciarse «sobre la ausencia o presencia de una patología» psiquiátrica. El presunto agresor tiene el estatus de refugiado en Suecia, donde se instaló 2013. Está casado y es padre de una niña de tres años.
Llegó a Francia legalmente en octubre de 2022, tras haber pasado por Suecia, Italia y Turquía. No tiene antecedentes policiales ni penales. Su petición de asilo fue rechazada por las autoridades francesas porque es considerado refugiado en Suecia. La notificación le llegó cuatro días antes del ataque.
El drama de Annecy ha reavivado el debate sobre la inmigración en Francia. La derecha y la extrema derecha francesa reaccionaron rápidamente el jueves en cuanto se supo que el agresor era un refugiado sirio, criticando la política de inmigración del gobierno, que considera demasiado laxista.
Navaja
La Unión de Mezquitas de Francia (UMF) lamentó los intentos de «recuperación política señalando con el dedo una vez más el islam y la inmigración». «Tememos que en este tipo de declaraciones se esconde una voluntad deliberada de querer reforzar los prejuicios y los estereotipos de los que son víctimas los musulmanes de Francia», añadió la Unión de Mezquitas de Francia en un comunicado, en el que recordó que «la violencia no tiene ni religión ni nacionalidad».
Más tarde se supo que el agresor no era musulmán, sino cristiano de oriente. Antes del ataque gritó «en nombre de Jesucristo». En el momento de su detención, Abdalmasih llevaba una navaja que utilizó para apuñalar a sus víctimas, «dos estampitas cristianas, una cruz, 480 euros y un carnet de conducir sueco», precisó la fiscal de Annecy.
