La taquilla de cine en Tarragona remonta un 7% tras tocar fondo

El auge del cine español posibilita una tímida recuperación después del desastroso 2013. La recaudación creció en 700.000 euros y hubo 300.000 espectadores más, una subida del 21%

19 mayo 2017 23:34 | Actualizado a 22 mayo 2017 11:37
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La taquilla del cine en Tarragona remontó en 2014 y puso fin a una dinámica negativa que llevó a la recaudación a tocar fondo en 2013 y rubricar diez años de caídas consecutivas. La provincia experimentó una evolución similar a la de las tendencias generales, con pequeños brotes verdes el año pasado que, sin embargo, hay que contextualizar y valorar en su justa medida: ese ligero incremento de espectadores y de recaudación venía inevitablemente condicionado por el boom de Ocho apellidos vascos, la película española más vista de la historia. «Un fenómeno de esa magnitud ya te modifica la taquilla de todo el año», admite Josep Eduard Príncep, responsable de Ocine Les Gavarres, el mayor complejo cinematográfico de la provincia y el 17º en número de espectadores en toda España (564.401 en 2013).

En 2014, ese multisalas aumentó en afluencia algo más de 35.000 espectadores, hasta llegar a los 600.000. «Hemos pasado por un punto de inflexión después de haber tocado fondo», sintetiza Príncep. Sólo el éxito de la película de Emilio Martínez-Lázaro ha maquillado una estadística que en los últimos años iba claramente a la baja. De los 12,6 millones recaudados en 2009 y 2010 en la provincia se pasó a los 9,1 de 2013, según los balances del Ministerio de Cultura.

 

9,8 millones recaudados

En 2014, el dato se incrementó hasta los 9,8 millones, unos 700.000 euros más, según el desglose provincial del informe anual del cine que publica Rentrak. Se trata de una subida en la taquilla que ronda el 7%. Pero no sólo de Ocho apellidos vascos vive la recuperación del cine en Tarragona. «También tiene que ver el buen funcionamiento del cine español en general. Películas como El Niño o La isla mínima, o muy puntualmente Torrente 5, también han sido claves. El sector sigue en crisis pero parece que poco a poco vamos remontando después de haber sufrido hasta diez años de bajada», aporta Príncep.

«Está claro que los grandes estudios de Hollywood no han sido esta vez tan rentables y el cine español sí que puede sacar un poco de pecho», diagnostica el guionista, productor y crítico tarraconense David Serra. La buena dinámica ha continuado en 2015, ya sin un fenómeno cinematográfico tan claro, lo que confirma la inercia positiva: Les Gavarres aumentó este enero un 3% en espectadores, un incremento escaso pero significativo y esperanzador para el gremio.

A nivel global, en cuanto a espectadores la provincia también muestra inputs positivos: ha pasado de los 1,4 millones de asistentes a las salas en el fúnebre año 2013 –ahí se tocó fondo–, a los 1,7 de 2014, volviendo a la cifra de 2012. Es, por lo tanto, una subida de unos 300.000 espectadores (un 21% más), lo que arroja una media de 800 más diarios.

 

Sangría de espectadores

Atrás quedan años de retrocesos implacables. En solo una década las comarcas tarraconenses han perdido más de un millón de espectadores, desde que en 2004 se llegara a un tope de 2,5 millones. Ha sido, por tanto, un descenso de un 44% en diez años que ha acabado dejando al sector en una situación precaria, a pesar del cambio de dinámica. De hecho, hay que retroceder justo diez años, hasta 2004, para ver otro aumento en un decenio muy negativo.

Pese al ligero incremento de 2014, hay voces que no son optimistas. «Soy espectador asiduo y entre semana las salas están vacías. La gente no va, salvo en situaciones puntuales: la fiesta del cine, una campaña promocional muy bestia, una película en concreto... El momento es crítico y muy difícil. Hay una tendencia a ser optimistas pero a mí me cuesta. El sector está muy castigado», indica Antonio Barrero, director del festival internacional de cine de Roda de Berà.

 

El daño irreparable del IVA

Por su parte, el empresario cambrilense Antoni Llorens, gerente de los cines Lauren, también relativiza la incipiente recuperación: «Ha subido algo la recaudación en el último año, también porque en una sala donde antes se pasaba una película, ahora se ven más, con más pases, pero hay un problema grave: la gente joven no va al cine».

Los factores de la actual situación económica de las salas de exhibición son de sobras conocidos. A la crisis se añadió la subida del IVA al 21%, una «barbaridad» para el sector. La piratería y el cambio de hábitos de consumo (con el auge de formatos como el DVD o el Blue Ray) han colaborado a la recesión.

Por el contrario, algunas iniciativas pueden haber contribuido a la leve mejoría. «Se han bajado precios y están calando las promociones. Hace años que las hacemos pero parece que ahora se están conociendo más. Sabemos que hay una tendencia de ver el cine en casa pero al final acabas teniendo la necesidad de salir. Por eso las salas han apostado mucho por modernizarse tecnológicamente. Todo suma», cuenta Príncep, que desglosa otros aspectos positivos de la coyuntura: «El mundo del cine se ha profesionalizado, se ha puesto las pilas y ha generado carteleras de más calidad. En muchas salas se pueden programar películas distintas para así atraer a más gente, siempre pensando en perfiles diferentes. Eso también repercute en que haya más variedad y que puedan entrar en un momento dado cintas dirigidas a un público más minoritario».

Tarragona se ha visto también beneficiada durante el año pasado por la reapertura de los cines en el Parc Central, de forma que el casco urbano de la capital recuperaba las salas comerciales. En total, en el Camp de Tarragona y las Terres de l’Ebre hay 30 cines (con 116 salas), después de un aumento de un 7,1% en el último año, según el Anuario de la SGAE. Además de Les Gavarres (16 salas), hay otros complejos multisalas de referencia: Amposta (11), Vila-seca (10), Lauren Reus (9), Reus Palace (7), Cinemes Valls (9) o Ocine El Vendrell (8).

 

1,8 entradas por tarraconense

Tarragona es la segunda provincia española con más pantallas por cada mil habitantes, con una ratio de 0,143 salas, sólo por detrás de La Rioja (0,165). Según los datos de la SGAE referentes a 2013, Tarragona registra una media de 1,8 entradas vendidas al cabo del año por habitante, sólo por encima de Lleida (1,3) y lejos de Barcelona (2,2), que lidera el ranking catalán, y de Girona (1,9). La media en Tarragona es de 13,3 espectadores por sesión, bastante por debajo de la estadística catalana: 18,7.

En suma, 2014 queda como el año en el que la asistencia del cine comenzó a crecer de nuevo y mostró atisbos de cierta reactivación, aunque a velocidades distintas. En Tarragona, la recaudación creció a un menor ritmo (un 7%) que los espectadores (un 21%), consecuencia de las diferentes acciones para incentivar la venta de entradas (promociones, ofertas, descuentos, días especiales) que han llevado a cabo las salas de cine, a pesar de renunciar así a más beneficio.

Así, en España la audiencia de la gran pantalla ha crecido un 13,5%, hasta los 87,4 millones de espectadores, mientras que el dinero recaudado pasó de los 500 millones de 2013 a los 522 del año pasado, una subida que ronda el 3% y fundamentada sobre todo en los ‘taquillazos’ más o menos inesperados del producto patrio.

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