Liam Neeson solo tiene 'Una noche para sobrevivir' y salvar a su hijo

La tercera colaboración del binomio Jaume Collet-Serra-Liam Neeson va camino de convertirse en otro éxito. Si primero fueron ‘Sin identidad’ (2011) y después ‘Non-Stop (Sin escalas)’ (2014), ahora le toca el turno a otro thriller, que repite en su formato y ritmo gracias a la dirección dinámica y vigorosa del director barcelonés.

‘Una noche para sobrevivir’ tiene muchos de los detalles y alicientes que hicieran triunfar a ‘Non Stop’. Es verdaderamente una carrera a toda velocidad del cine de acción, acompañada de montones de disparos, sangre y cuerpos. En esa misión: objetivo cumplido. No defraudará a los fans de Neeson, hecho que sí ocurrió en la tercera entrega de ‘Venganza’, estrenada recientemente.

El propio Neeson cree que este filme es mucho más que una película de acción, especialidad en la que se ha volcado en los últimos siete años y para la que aún le queda algo de cuerda. Si ya en ‘Sin identidad’ y en ‘Non Stop’ sus personajes tenían un lado oscuro, esta vez actor y director han ido más allá con Jimmy Conlon, un veterano asesino a sueldo que en sus horas más bajas busca una oportunidad para redimirse.

El actor norirlandés tampoco cierra la puerta a seguir durante unos años con este tándem que tan bien les ha funcionado en taquilla, aunque en estos momentos tiene en cartera un par de proyectos bien distintos que verán la luz el año que viene.

La película tiene dos virtudes que la salvan: un tenso guión y una fantástica interpretación. Aquí es un antihéroe, lo que le da una mayor carga dramática. Quizás, por eso, Neeson ha logrado ser considerado por algunos críticos el mejor actor que el género de acción ha tenido en décadas.

El mafioso y prolífico sicario Jimmy Conlon (Neeson), que antes era conocido como El Cavatumbas, ha tenido mejores épocas. Su jefe y amigo de toda la vida es Shawn Maguire (Ed Harris). Jimmy, que tiene 55 años, se siente perseguido por los pecados de su pasado, así como por el sabueso de la policía que ha ido detrás de Jimmy durante 30 años. Últimamente, parece que el único consuelo que puede encontrar Jimmy está en el fondo de un vaso de whisky.

Pero cuando el hijo de Jimmy, Mike (Kinnaman), que vive alejado de su padre, se convierte en un objetivo, Jimmy tiene que elegir entre la familia de criminales a la que había escogido pertenecer y su familia auténtica, a la que había abandonado hacía mucho tiempo. Con Mike huyendo, la única penitencia por los errores pasados de Jimmy puede consistir en proteger a su hijo del destino al que Jimmy se ve abocado con un arma de fuego apuntada en la dirección contraria a la que estaba acostumbrado. Ahora, sin ningún sitio al cual escapar, Jimmy solamente tiene una noche para averiguar a quién debe su lealtad y para ver si, de una vez por todas, puede hacer bien las cosas. ¿Lo logrará?

De esta manera, Neeson hace lo suyo, lo que hace últimamente: del Charles Bronson de los años 70 y 80 pero con más brega e inteligencia. Es un actor que ha cambiado de registro, pero es el mismo que emocionó a los espectadores hace ya 22 años como el heroico Oskar Schindler de la película de Steven Spielberg. Esta vez ha vuelto a ‘sobrevivir’. La taquilla lo sabe.