Los cardenales que se encerrarán en la Capilla Sixtina para escoger al próximo papa se han conjurado este miércoles para elegir a un pontífice hábil para un momento “difícil y complejo”. “El mundo de hoy espera mucho de la Iglesia”, ha advertido el decano del colegio cardenalicio, Giovanni Battista Re, en la homilía que ha pronunciado durante la misa pro eligendo que ha tenido lugar en la basílica de Sant Pere. “Recemos para que el Espíritu Santo, que en los últimos cien años nos ha dado una serie de pontífices verdaderamente santos y grandes, nos regale un nuevo papa según el corazón de Dios”, ha señalado. En su opinión, el cónclave es “un acto de máxima responsabilidad humana y eclesial” que el mundo sigue con atención mientras espera la primera fumata, prevista para esta tarde.
Re ha dicho a los cardenales electores reunidos esta mañana en el Vaticano que todo el cristianismo está unido a ellos y ha depositado en ellos una “esperanza confiada”. “Estamos aquí para invocar la ayuda del Espíritu Santo, para suplicar su luz y su fuerza, a fin de que sea escogido el papa que la Iglesia y la humanidad necesitan en este momento tan difícil y complejo de la historia”, ha expuesto, reclamando a los prelados que tengan presente únicamente “el bien de la Iglesia y la humanidad”.
En su mensaje dirigido a los cardenales, Re les ha lanzado una invitación “al amor fraterno, a la ayuda mutua y al compromiso por la comunión eclesial”. Todo ello, un discurso que contrasta con la “dualidad” que muchos expertos perciben dentro de un cuerpo electoral dividido entre los partidarios de un papa que profundice en la apertura iniciada por Francesc, los progresistas, y los más conservadores, que esperan un papa que matice o rectifique ciertos posicionamientos de Bergoglio.
“Entre las tareas de todo sucesor de Pedro está la de aumentar la comunión: comunión de todos los cristianos con Cristo; comunión de los obispos con el papa; comunión entre los obispos. No una comunión autorreferencial, sino plenamente orientada a la comunión entre personas, pueblos y culturas”, les ha recordado Re. Asimismo, ha dicho que la Iglesia no necesita “uniformidad”, sino una hermandad “firme y profunda en la diversidad”.
“Recemos para que Dios conceda a la Iglesia el papa que mejor sepa despertar las conciencias de todos y las fuerzas morales y espirituales en la sociedad actual, caracterizada por un gran progreso tecnológico, pero que tiende a olvidarse de Dios”, ha añadido. “El mundo de hoy espera mucho de la Iglesia en la tutela de estos valores fundamentales, humanos y espirituales, sin los cuales la convivencia humana no será mejor ni traerá bien para las generaciones futuras”, ha rematado invocando a la Virgen María y al Espíritu Santo.
Controles de seguridad y pantallas gigantes
La expectación en la plaza de Sant Pere del Vaticano y sus alrededores ya era notable por la mañana, cuando arrancó la misa que marca el inicio de la elección papal. De hecho, decenas de medios de comunicación realizaban conexiones en directo a esa hora, mientras turistas y fieles inmortalizaban la basílica y, en especial, el balcón central, ya decorado con las tradicionales cortinas de terciopelo rojo que se abrirán para anunciar la elección papal y la primera aparición del sucesor de Francesc.
A lo largo de toda la avenida que conecta Italia con la Ciudad del Vaticano, la Via della Conciliazione, varias pantallas gigantes están ya preparadas para seguir el cónclave. La seguridad también se ha reforzado este miércoles por la mañana, en comparación con el martes, con controles policiales a todas las personas que quieren acercarse a la plaza de Sant Pere, e inspecciones de todas las bolsas con rayos X para cruzar las columnatas que dan acceso a la plaza y a la basílica, ya en territorio vaticano. Policías y voluntarios controlan las multitudes, y algunas calles están cortadas para restringir los accesos y los aforos.