Los presos del cártel de Golgo y de los Zetas organizaron esta semana un partido de fútbol entre reclusos de una cárcel mexicana que acabó con 16 personas muertas y 22 heridos.
Según medios locales, la pelea comenzó por una discusión entre dos rivales a causa de un balón dividido, que derivó en una batalla campal con armas de fuego en la que 15 personas murieron en el acto y una más horas después en el hospital. Hasta el lugar se trasladaron un total de 20 ambulancias para atender a los heridos.
Dotaciones de la Guardia Nacional acudieron de inmediato al penal para tratar de controlar la situación que, en aquel momento, ya era una masacre. El gobernador del estado de Zacatecas, Alejandro Tello, aseguró que, tras el incidente, se reforzaría la seguridad de la prisión escenario de la tragedia y de otras de la zona.