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La pirámide de edad de las personas que visitan los servicios de Urgencias de los hospitales ha cambiado en los últimos años. El envejecimiento de la población ha provocado que, cada vez más, los usuarios que necesitan ser atendidos de urgencia sean personas de avanzada edad, enfermos frágiles que -a veces por un simple resfriado- se descompensan y necesitan una atención especial.
Este hecho ha contribuido a que las Urgencias hospitalarias sufran, puntualmente, colapsos que coinciden con periodos -generalmente en invierno- donde se producen picos elevados de presencia de este tipo de pacientes. El Hospital Sant Joan no es ninguna excepción y por eso, después de cuatro años en las nuevas instalaciones, la dirección ha decidido poner en marcha un nuevo plan funcional para intentar que sus Urgencias sean más «efectivas», tal y como explica el director del centro, Pere Romero.
Aunque el desarrollo completo del nuevo plan tendrá que ejecutarlo el nuevo jefe de Urgencias (la convocatoria de la nueva plaza se cierra este domingo 8 de febrero), la dirección ya ha decidido empezar a aplicar algunas del centenar de medidas. La ejecución de este plan también ha coincidido con la instalación en el mostrador de atención al paciente de una pantalla donde se especifica (según la especialidad y el tipo de urgencia) del tiempo estimado de espera.
El plan funcional de las Urgencias del Hospital Sant Joan no está basado en poner a más gente, sino que «se trata de que nuestros profesionales trabajen de forma diferente», asegura Romero. En este sentido, David Baulenas, director asistencial territorial del Grup Sagessa, explica que «no se trata de más manos, sino de un tema organizativo y de modelo asistencial. Por ejemplo, ya hemos empezado a aplicar algunas mejoras rápidas que se están notando. Un sistema de información que permita mejorar la localización del enfermo o la información entre los profesionales. Si una persona, después de ser visitada en Urgencias, tiene que ingresar en el hospital, se trata que el ingreso sea lo más rápido posible. No hay que olvidar que la responsabilidad del enfermo de Urgencias es de todos los servicios del hospital».
La coordinación con la Atención Primaria también es muy importante para intentar evitar -en la medida de lo posible- algunas de las visitas de estos enfermos crónicos a las Urgencias del Hospital Sant Joan. En este sentido, Pere Romero comenta que «a pesar del buen trabajo de los médicos de familia para prevenir la descompensación de estos enfermos, hay que buscar diferentes alternativas a la hospitalización, porque a veces ésta puede ser contraproducente para el paciente».
Un 70% de nivel 4 o 5
El servicio de Urgencias del Hospital Sant Joan de Reus atendió el año pasado a 85.951 pacientes, una cifra que tanto Romero como Baulenas definen como «muy correcta», además de recordar que es «bastante estable desde hace años».
La curiosidad es que, aproximadamente, un 70% de estas urgencias son de nivel 4 o 5 (los más bajos en una escala donde las de nivel 1 son las más graves). ¿Significa eso que estos usuarios deberían haber acudido a su centro de salud para ser atendidos? Romero reconoce que «también hay que ponerse en la piel del paciente y entender que lo que quieren es tener una atención lo más rápida posible».
Según el director del Hospital Sant Joan circunstancias como «la accesibilidad, la inmediatez, que esté operativo las 24 horas del día o la propia cultura de muchos pacientes, hace que estos prefieran venir a las Urgencias del hospital. Pero a estos pacientes de grado 4 o 5 no les hacemos nada más que no puedan hacerle en su centro de salud».
El 30% restante de los usuarios de Urgencias (aquellos casos más graves), «son los que se llevan el 80% de la carga de trabajo del personal del servicio, ya que necesitan de una mayor atención», apunta el director asistencial territorial del Grup Sagessa, quien añade que «trabajamos para reducir este número, pero no es fácil».
