Catalunya y la desconfianza en las instituciones, «serias preocupaciones» según el Rey

El Rey ha dirigido esta noche a los españoles su sexto mensaje de Navidad, en un contexto en el que se repitieron, como dos elementos clave, tanto la situación en Catalunya como los intentos para garantizar la estabilidad con la formación de un nuevo Gobierno. Las dos ideas principales de su mensaje –íntegramente en castellano excepto un «Eguberri on. Bon Nadal, Boas festas» final– fueron las llamadas a la unidad y a la confianza.

Felipe VI aludió al conflicto político en Catalunya de forma directa en la primera parte de su discurso, donde nombró a la comunidad autónoma y la desconfianza de la ciudadanía en las instituciones del Estado como una de las «serias preocupaciones» en España. «El deterioro de la confianza de muchos ciudadanos en las instituciones, y desde luego Catalunya, son otras serias preocupaciones que tenemos en España», dijo textualmente el monarca, que a lo largo de su parlamento hizo referencia a la cuestión catalana de forma indirecta.

Cabe resaltar, que, tras desear en primera instancia «la mayor felicidad y paz» a los españoles en su introducción, tuvo unas palabras de recuerdo para las víctimas de las inundaciones y riadas. Es necesario recordar, en este sentido, aunque el monarca no nombró específicamente las localidades que han sufrido estas tragedias, las víctimas mortales en Montblanc y L’Espluga de Francolí, donde seis personas perdieron la vida el pasado 23 de octubre (de dos de ellas todavía no ha sido posible recuperar los cuerpos). «En estas horas queremos tener un recuerdo muy especial con todo nuestro cariño para las familias y personas más afectadas y que más han sufrido –incluso trágicamente– las consecuencias de las inundaciones y las riadas que se han producido en España durante los últimos días, como lo fueron otras muchas a lo largo del año», manifestó. El monarca señaló asimismo otros asuntos que tradicionalmente han estado presentes en sus anteriores mensajes, como el desempleo (lamentó la «agudización de los niveles de desigualdad») y una especial atención a los jóvenes. También hizo mención del cambio climático. No hubo esta vez, sin embargo, ninguna alusión a la violencia machista.

Una constante
La crisis catalana sí es una constante de su reinado y que le ha llevado a aludir a ella cada Navidad apelando a la defensa de la Constitución. Lo hizo ya en su discurso de 2014, cuando tras expresar su preocupación por las «fracturas emocionales, desafectos o rechazos entre familias, amigos o ciudadanos» en Catalunya, pidió respeto para el texto constitucional como garantía de una convivencia democrática, ordenada, en paz y libertad.

La necesidad de garantizar la convivencia estuvo presente igualmente en su mensaje del año pasado. En esta ocasión, Felipe VI no hizo menciones tan directas a los efectos del Procés, pero quiso poner en valor la Constitución, gracias a la cual «hemos compartido a lo largo de los años unos mismos valores sobre los que fundamentar nuestra convivencia, nuestros grandes proyectos comunes, nuestros sentimientos e ideas». Según el Rey, es un valor «la voluntad de entendimiento y de integrar nuestras diferencias dentro del respeto a nuestra Constitución, que reconoce la diversidad territorial que nos define, y preserva la unidad que nos da fuerza». 

La libertad y modernidad de España también son valores que quiso resaltar el monarca, que los consideró «seña de identidad», por lo que pidió «no darlos por supuestos», sino, al contrario, «hacer todo lo posible para fortalecerlos y evitar que se deterioren». En este sentido, pidió confianza en las instituciones y en las fortalezas como sociedad para afrontar los desafíos.