Hasta las ocho de la tarde de ayer ya habían vuelto de las vacaciones de Semana Santa 528.000 vehículos, un 84,5% de los previstos por el Servei Català de Trànsit durante la Operación Retorno.
A nivel de siniestralidad, esta Semana Santa deja un balance de cinco muertos en las carreteras catalanas, ninguno de ellos en la demarcación de Tarragona.
Por otra parte, la movilidad de estos días también ha estado marcada por la acción de los Comitè para la Defensa de la República (CDR).
Ayer también levantaron las barreras, en este caso del peaje de Vallcarca en la autopista C-32, entre Castelldefels y Sitges en una protesta que duró media hora, y comportó retenciones de cinco kilómetros como máximo.