Cèsar Puig podría llevar al Supremo su cese como alto cargo de Interior

El ya exsecretario general acudió ayer a las oficinas para despedirse de los trabajadores

31 octubre 2017 10:53 | Actualizado a 01 noviembre 2017 13:02
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El exsecretario general del Departament d’Interior de la Generalitat de Catalunya, Cèsar Puig, acata su destitución como alto cargo del Govern, pero reconoce que no se siente cesado y que, por ello, estudiará a lo largo de los próximos días si impugna su despido ante el Tribunal Supremo. «El Estado tiene toda la fuerza para obligarme a cumplir la orden, y la acataré porque no quiero generar problemas ni a los trabajadores del Departament ni a los Mossos, pero tengo clarísimo que el artículo 155 de la Constitución no permite ceses ni la convocatoria de elecciones», indicó ayer Puig, quien remarca que «quien debería destituirme es el gobierno legítimo que me puso en el cargo». 

Cèsar Puig: "Acato la orden, pero no me siento cesado porque no lo ha hecho el gobierno legítimo que me propuso"

El alto mando primero del exconseller Jordi Jané y posteriormente de Joaquim Forn fue, junto al director general de la Policía Catalana – Pere Soler– y el Major de los Mossos d’Esquadra – Josep Lluís Trapero–, de los primeros cargos en ser cesados el pasado viernes por la tarde. Ayer, en el primer día laboral tras las destituciones, Puig acudió a las oficinas de la Conselleria antes de las ocho de la mañana, donde realizó unas gestiones personales. El ex alto cargo ostentó la secretaría general de Interior desde el 6 de julio de 2015 hasta el pasado viernes, 27 de octubre. «Durante este tiempo hemos demostrado que los Mossos son una policía de primer nivel. Estoy muy satisfecho del trabajo realizado», enfatizó. En las próximas semanas Puig volverá a su plaza de funcionario como cuerpo superior de la propia Generalitat.   

‘Normalidad con incertidumbre’
Hasta el momento, altos cargos tarraconenses del Govern como Joaquim Nin –Secretari General de Presidència–, Joan Aregio –Secretari General d’Empresa i Ocupació–, Carles Sala –Secretari General de l’Habitatge– o Josep Maria Tost –director de l’Agència Catalana de Residus– siguen ejerciendo sus responsabilidades con «parcial normalidad», según remarcaban ayer mismo varios de estos representantes de la demarcación. En este sentido, destaca que las reuniones realizadas ayer no son ordinarias, ya que en la gran mayoría de casos no estuvo presente el conseller (sólo el de Territori, Josep Rull, y el Vicepresident, Oriol Junqueras, fueron  ayer a sus despachos).  

Enric Vendrell: "Intentamos mantener la máxima normalidad posible, pero es bastante complicado"

Otro de los responsables de la demarcación que ayer acudió a trabajar en la administración autonómica fue el director general de Afers Religiosos, Enric Vendrell, que orgánicamente depende de la consellera de Governació, Meritxell Borràs. «Es un día diferente, pero intentamos mantener la máxima normalidad. En nuestro caso somos un departamento que estamos muy en contacto con los ciudadanos y las entidades, por lo que debemos seguir ejerciendo nuestro trabajo pese a la situación actual», remarca el alto cargo, quien ayer por la mañana reunió a su equipo para estudiar la agenda. 

Vendrell asegura que la normalidad del día a día de la Generalitat se perdió el pasado mes de septiembre, cuando el Ministerio de Hacienda pasó a controlar las cuentas del Govern. «Tenemos un presupuesto modesto, pero desde que el Estado intervino la economía de la Generalitat tenemos muchos problemas para poder pagar las subvenciones. Son cantidades pequeñas, pero seguramente muy importantes para las entidades», recalca Vendrell. 

Peris sigue en el cargo
El delegado del Govern en Tarragona, Òscar Peris, fue ayer a trabajar «con normalidad». Como un día más, el vallense llegó a las nueve en punto a la Delegació de la calle Sant Francesc para reunirse con los directores territoriales de todos los departamentos, en Consell de Direcció. Asegura que nadie le ha informado de su cese y que, por tanto, él y toda la plantilla de la Delegació irá trabajando «con la misma convicción que hasta ahora», afirmó. 

Por lo que se refiere a los parlamentarios, ayer el diputado de la CUP por Tarragona Sergi Saladié aseguró que acudió al hemiciclo del Parc de la Ciutadella «para participar en las habituales reuniones del grupo parlamentario», según remarcó él mismo en declaraciones al Diari, añadiendo que «este martes es posible que vuelva a ir». Saladié no forma parte de la comisión permanente de la cámara legislativa. 

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