«De los atentados se han sacado y se sacarán muchas lecciones»

El portavoz de la Fiscalía de la Audiencia Nacional, Miguel Ángel Carballo, propone desde ahora un «mayor control     en actividades en un principio inocuas» como el alquiler de vehículos o la venta de sustancias como la acetona 

13 agosto 2018 08:29 | Actualizado a 13 agosto 2018 08:47
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El portavoz de la Fiscalía de la Audiencia Nacional, Miguel Ángel Carballo, admite que del 17A «se han sacado y se sacarán muchas lecciones», a la vez que niega negligencias en las horas previas a los atentados -explosión de Alcanar- o que alertas tan «genéricas» como la de la CIA, sobre un objetivo tan «evidente» como Las Ramblas de Barcelona, hubieran podido ayudar a evitarlos.

En una entrevista con motivo del primer aniversario de los atentados en Cataluña, Carballo propone, como principal lección a extraer, un «mayor control en actividades en un principio inocuas» como el alquiler de vehículos -los terroristas alquilaron furgonetas para los atentados- o la venta de sustancias como la acetona, que emplearon para elaborar explosivos.

Era la primera vez, recuerda, que se detectaba en España el uso con fines terroristas del peróxido de acetona o TATP, explosivo conocido como «la madre de satán». Por eso entiende que los Mossos d’Esquadra no tuvieran sospechas en un primer momento de que la explosión en el chalé de Alcanar (Tarragona), horas antes de los atentados, escondía detrás la preparación de acciones terroristas.

Hasta ese momento no había habido una explosión por TATP, «de una manera tan masiva», y por ello «no era descartable confundirlo con una explosión de gas» por otra cuestión «que no estuviese relacionada con el terrorismo».

«Ahora es muy fácil decir que las cosas no se hicieron bien, cómo se tuvieron que hacer, lo que se tenía que haber hecho, lo que no se hizo...», reflexiona el fiscal, que rechaza firmemente que se pueda «hablar de descoordinación policial».

Prueba de ello, dice, es que «en cuanto se tuvo conocimiento y conciencia» de lo que había pasado, «la actuación de los tres cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado -Mossos d’Esquadra, Policía y Guardia Civil- fue a nuestro juicio correcta y exhaustiva».

«Otra experiencia de futuro» es, en su opinión, la que refleja el proceso de radicalización de esta célula, que actuaba, «como manifiestan los investigadores, más off line que on line», lo que significa, que su radicalización no fue a través de internet sino que vino de su entorno, en concreto del imán de Ripoll. Eso provocó que su proceso de radicalización y sus fases de preparación de los atentados» fueran «difícil de prevenir».

«Eran personas totalmente integradas socialmente, no tenían carencias, especialmente económicas, incluso alguno de ellos y entre ellos hablaban en catalán y alguno ni siquiera dominaba la lengua árabe», expone Carballo.

Por eso estima «crucial» insistir mucho en la investigación con las fuentes humanas, aunque la monitorización en las redes sociales es algo que es efectivo». «Tiene que ser una lucha integral», argumenta, porque «si a la Policía le resultaba y le resulta muy difícil conocer y acceder al proceso de radicalización de un terrorista, hace falta que todas las instituciones y toda la sociedad se implique en ello». 

De los posibles vínculos que se ha especulado pudo tener el imán de Ripoll con el CNI, el fiscal sostiene que en la causa no hay «constancia» de esa relación, más allá de la visita que le hizo en prisión uno de sus agentes en 2014, cuando cumplía condena por tráfico de drogas.

En cuanto a la alerta de la CIA de un atentado en verano en Las Ramblas, Carballo señala que con esa información tan «genérica» poco se puede avanzar en una investigación.

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