Delegaciones en 'stand by'

¿Cambio de cromos? Las direcciones territoriales del futuro Govern son una incógnita. En el Camp de Tarragona, gobernado hasta hace poco por ERC, JxCAT logró más votos. Al revés de lo que pasó en el Ebre 

29 diciembre 2017 10:29 | Actualizado a 27 enero 2018 22:44
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Las cosas de palacio van despacio. Las delegaciones  de la Generalitat en el Camp de Tarragona y las Terres de l’Ebre tardarán aún semanas en conocer los nombres de sus directores territoriales. Sólo una semana después de las elecciones del pasado 21 de diciembre, Junts per Catalunya y ERC han iniciado justo ahora las primeras negociaciones para reeditar el Govern que mantuvieron entre enero de 2016 y el pasado 27 de octubre, y que todo parece indicar que se repetirá tras la mayoría absoluta que el independentismo logró de nuevo en las urnas el 21-D.    

A la espera de resolver las situaciones legales de Carles Puigdemont –que se encuentra en Bélgica– y de Oriol Junqueras –que está en prisión preventiva–, la prioridad de ambas formaciones es «cerrar primero el tema nacional y luego ir bajando», según indica una fuente consultada por el Diari. Esto se traduce en constituir primero la Mesa del Parlament –donde la ebrense Carme Forcadell es la primera opción para seguir como Presidenta–, decidir después el President –Puigdemont es la prioridad–, constituir luego el futuro Govern y, finalmente, nombrar a las representaciones en el territorio. 

JxCAT propone un reparto del 50% de las ocho delegaciones territoriales. La novedad de esta legislatura será la puesta en marcha de la del Penedès

El plazo con el que cuentan las formaciones soberanistas para poder reeditar el ejecutivo expira en la primera semana de abril. Hay tiempo hasta el 23 de enero para constituir el Parlament, mientras que el primer debate de investidura se llevará a cabo entre el 6 y el 9 de febrero. Si entonces no hay President se abrirá un plazo de dos meses para realizar un segundo intento, en un pleno que se convocaría entre el 6 y el 9 de abril. Si en ese momento aún no hubiera acuerdo de investidura, se disolvería la cámara y se convocarían nuevas elecciones, que se organizarían 54 días después, durante la primera semana de junio.   

Los soberanistas tienen hasta la primera semana de abril para formar gobierno. Si no lo logran, habrá nuevas elecciones a principios de junio

Peris debería renunciar al acta
A lo largo de la pasada campaña electoral la Llista del President  manifestó por activa y por pasiva que el objetivo de los comicios convocados por Mariano Rajoy (PP) era «recuperar las instituciones catalanas» y «restituir el gobierno legítimo» que fue cesado tras la aplicación del artículo 155 de la Constitución por parte del Gobierno Central. 

En las delegaciones territoriales de la provincia de Tarragona, Òscar Peris (ERC)  –Camp de Tarragona– y Xavier Pallarès (PDeCAT) –Terres de l’Ebre– fueron apartados del Govern el 31 de octubre mediante el Boletín Oficial del Estado (BOE), por lo que lo más lógico sería pensar que ambos serán restituidos en sus cargos cuando haya Govern. El resto de directores sectoriales de la demarcación siguen con su actividad normal pese a la intervención del Estado, ya que no han sido destituidos. 

Pese a ello, no es seguro que todo vuelva a la situación anterior al 155, más después de los resultados electorales en los que Junts per Catalunya se impuso a ERC en el Camp de Tarragona pese a estar gobernada por Esquerra. Justo al revés de lo que pasó en las Terres de l’Ebre. Asimismo, para que el vallense Òscar Peris repita en el cargo primero debería renunciar a su acta de diputado en el Parlament, ya que el político de la capital del Alt Camp fue el cabeza de lista de ERC y, de hecho, ya es diputado electo. Esta circunstancia, en caso de producirse, no sería bien vista desde el PDeCAT.

Òscar Peris (ERC) y Xavier Pallarès (PDeCAT) fueron cesados el 31 de octubre por la aplicación del artículo 155

Un alto cargo del partido indica a este periódico que «sería muy feo» que Peris renunciara a su escaño en la cámara legislativa para volver a la Delegació del Govern, ya que ello demostraría «poco respeto democrático» hacia los electores tarraconenses. Ayer, el propio Peris –que ocupó el cargo a lo largo de 20 meses– evitó hablar sobre ello y manifestó que «lo que es relevante ahora es que haya Govern y que Puigdemont pueda volver».

Reparto del 50%
Durante la anterior legislatura, Junts pel Sí –una coalición formada principalmente por la antigua CDC y ERC– repartió tanto las conselleries como las representaciones territoriales con un porcentaje del 60% para la entonces CDC –ahora PDeCAT– y un 40% para Esquerra. En este sentido, los convergentes se quedaron la presidencia de la Generalitat y departamentos de peso como Interior, Territori, Governació o Ensenyament, así como cuatro de las siete delegaciones: Barcelona, Girona, Lleida y Ebre.

Por su parte, ERC tenía la presidencia del Parlament, la vicepresidencia y áreas de importancia como Economia, Afers Socials, Agricultura, Afers Exteriors y Justícia, además de las delegaciones territoriales del Camp de Tarragona, Catalunya Central y Alt Pirineu y Aran. De cara a la nueva legislatura, una de las grandes novedades será la puesta en marcha de los Serveis Territorials del Penedès, que se materializan tras la aprobación el pasado mes de febrero en el Parlament de Catalunya de la reforma de la Llei de Vegueries para para incluir la futura ordenación territorial del Penedès

La prioridad ahora es constituir el Parlament. Luego se decidirá el President del Govern, luego la composición del ejecutivo y, finalmente, se harán públicas las delegaciones territoriales

Fuentes del PDeCAT aseguran al Diari que, después de los resultados electorales, este porcentaje se ajustará para acercarse más a un reparto equitativo del 50% en las responsabilidades de gobierno, ya que Junts per Catalunya logró 34 diputados, por los 32 que sumó Esquerra Republicana. «Será un ejecutivo difícil de encajar, ya que se deberán hacer equilibrios territoriales, de género y de partidos», afirma otra fuente, que reconoció que el 4 de enero «será una fecha importante», ya que ese día el exvicepresidente Oriol Junqueras está citado ante el juez.

A partir de entonces se sabrá si el presidente republicano puede abandonar el centro penitenciario de Estremera, una circunstancia que, si se produce, daría mucha fuerza a ERC para reclamar la presidencia. Lo que todavía es una incógnita es saber si el Camp de Tarragona y las Terres de l’Ebre contarán con algún conseller, una circunstancia que no se dio tras los ceses en julio de 2017 de Jordi Jané (Interior) y Meritxell Ruiz (Ensenyament). 

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