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El Director General de Participació Ciutadana i Processos Electorals del Govern, Ismael Peña-López ha defendido este sábado que "el miedo no vale" por no presentarse a la mesa electoral porque "hay garantías". "Es la obligación de la ciudadanía, cumplir, como el policía o la enfermera que le toca hacer guardia", ha dicho en una entrevista a 'El Suplement' de Catalunya Ràdio. Peña-López ha confirmado que el Govern decidirá lunes si hacer test PCR o de antígenos a los miembros de las mesas electorales el 14-F y a los que tengan que estar en el local electoral.
La decisión se tiene que tomar en una reunión con Salut donde también se debatirá sobre los EPI integrales que se tienen que ofrecer para la franja en que se permite el voto de las personas contagiadas.
El Director General de Participación Ciudadana ha dicho que la decisión sobre los test de antígenos o PCR se tomará en función de lo que haya que "movilizar" para hacerlos, puesto que el ejecutivo calcula que haría falta que entre 3.000 y 5.000 personas del mundo sanitario fueran a los colegios electorales, cuando ya tienen "una carga basta fuerte" en los CAP.
Peña-López ha dicho que las elecciones para el 14-F costarán, si finalmente se hacen, unos 35 millones de euros, muy por encima de lo que sería habitual, porque se tienen que movilizar más personas para cumplir los protocolos covid-19, más policías y espacios. Si los comicios finalmente se cancelan, se perderán unos 25 millones, el equivalente al presupuesto de una quincena de escuelas de primaria en un año.
El Director General, que ha reiterado que los protocolos para ir a votar y estar en las mesas son seguros, ha justificado la intención del Govern de aplazar los comicios por las posibles "dudas masivas" sobre la viabilidad de los comicios en un contexto de pandemia y porque todo el protocolo que hace falta para garantizarlas implica "poner en riesgo todo el resto" de esfuerzos en salud o seguridad.
En todo caso, Peña-López ha dicho que las medidas previstas evitarán las aglomeraciones en los colegios, porque la gente esperará en la calle, al aire libre, y con distancias, y porque se han habilitado más espacios. En el caso de Barcelona, por ejemplo, hay un 40% más. Además, también se potencia el voto por correo para evitar que la gente tenga que ir presencialmente al colegio electoral.
