Bonvehí compareció ayer en rueda de prensa tras la primera reunión de la ejecutiva surgida de la asamblea del PDeCAT del 21 y 22 de julio, en la que el partido acordó entregarse al proyecto y al liderazgo del expresidente catalán y líder de JxCat, Carles Puigdemont.
Bonvehí indicó que la nueva dirección -de la que aún no se han definido cargos ni responsabilidades- ha acordado volcarse en la «unidad de acción» dentro del partido, en relación con los soberanistas presos y los que están en el exterior, todo ello bajo el liderazgo de Carles Puigdemont.
Por esta razón, la primera visita que realizó Bonvehí como presidente del PDeCAT fue a Bélgica el pasado sábado día 28, con motivo del retorno a Waterloo de Puigdemont. Para él, este regreso es, a su juicio, «la constatación del fracaso de la estrategia judicial» dirigida por el juez del Supremo Pablo Llarena, quien optó por retirar las euroórdenes después de que la justicia alemana descartara entregar a Puigdemont por delito de rebelión, aunque sí por malversación.
Precisamente Llarena fue increpado este pasado fin de semana por un grupo de independentistas al salir de un restaurante de Mont-ras, en Girona, donde había participado en una cena veraniega con unas veinte personas, entre ellas el presidente del grupo municipal del PP en Barcelona, Alberto Fernández Díaz.