El PSOE contempla ya que el 1 de octubre haya algún tipo de consulta como el 9-N

Rajoy, que siempre ha dado a entender que no permitirá que se repita lo ocurrido en 2014, insiste en que no habrá referéndum

03 agosto 2017 08:45 | Actualizado a 03 agosto 2017 09:03
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La unidad de acción entre el Gobierno y el PSOE para evitar el referéndum de autodeterminación del 1 de octubre parece tener un límite. El principal partido de la oposición secundará durante los dos meses que quedan hasta la fecha clave los recursos de inconstitucionalidad de Mariano Rajoy para frenar la celebración de la consulta, pero su presidenta, Cristina Narbona, dio a entender ayer que, si finalmente la Generalitat organiza algún tipo de votación, aunque no sea exactamente en los términos previstos por los independentistas, abogará por actuar como se hizo en el 9N. Es decir, que las autoridades miren a otro lado.

«La mayoría de la población en Catalunya no quiere la independencia. Lo que quiere, seguramente, es tener una relación más satisfactoria con el resto del Estado y es a esa población catalana y catalanista a la que nos dirigimos, y a la que pedimos que no legitime con su participación ese simulacro al que los independentistas van a llamar referéndum pero que va a ser un recuento puro y duro sin ningún valor jurídico ni legal», dijo Narbona.

El Gobierno se resiste a permitir que esa idea cale. Es más, en varias ocasiones ha dado a entender que esta vez en los colegios electorales. Si lo que finalmente logra organizar Carles Puigdemont es una movilización menor, es posible que no ocurra nada, pero no está dispuesto a consentir algo de las dimensiones del 9-N. O eso dicen fuentes del PP y la Moncloa. 

En un pequeño paréntesis en su descanso estival en Galicia, el jefe el Ejecutivo repitió ayer que el 1 de octubre no habrá referéndum. «Insisto con toda tranquilidad y toda moderación», dijo. 

El Gobierno está alerta y el propio presidente no descartó celebrar un Consejo de Ministros extraordinario

A pesar de las vacaciones, el Gobierno está alerta y el propio presidente no descartó celebrar un Consejo de Ministros extraordinario, antes del ya convocado para el 25 de agosto, si la Mesa del Parlament admite a trámite la ley del referéndum a partir del día 16, que es cuando retomará su actividad. «Depende de las decisiones que se tomen», dijo.

Rajoy también se refirió a la CUP. «Son gente de extrema izquierda con programas electorales de hace siglos», «un partido de extremistas absolutamente contrario al sentido común, a la democracia y a la libertad», con los ataques a autobuses de turistas muestran una «estulticia insuperable» o se caracterizan por «su pequeñez mental, su cortedad de miras y lo mínimo de su cerebro» fueron algunas de las formas con las que el presidente del Gobierno aludió a Arran, que ha iniciado una campaña de acciones contra el turismo, actividad que, como recordó Mariano Rajoy, genera más del 10% del PIB de España. 

Rajoy no sólo criticó a la CUP, sino también a quienes pactan con este partido, en referencia a Junts pel Sí. Aunque la Generalitat ha condenado la campaña de los anticapitalistas, Rajoy les recrimina que vayan con ellos de la mano en el proceso soberanista. Según el presidente, «siempre que uno se acuesta con gente así acaba teniendo problemas».

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