El presidente del Tribunal del Procés, Manuel Marchena, ha asegurado que no posará "ningún obstáculo" al hecho que los acusados puedan lucir lazos amarillos en el juicio al considerarlos "un símbolo ideológico" y, como tal, está amparado por la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH).
La Sala ha fijado criterio sobre esto a petición de Vox, que se ha quejado que Jordi Sánchez llevara en su solapa un lazo amarillo, en una intervención en la cual Marchena le ha reprochado que se ha excedido del objeto de la misma, que era impugnar las cuestiones previas planteadas ayer por las defensas.
Marchena ha dicho que la posibilidad que los acusados usen estos lazos puede ser susceptible de muchos enfoques y criterios, si bien "el Supremo va a hacer suya la doctrina del TEDH que tiene dos precedentes" con dos condenas en Bélgica y Bosnia para no permitir la utilización de símbolos que fueron considerados religiosos.
Y aunque "no se trata de esto", ha precisado que "el rango axiológico con el cual lo contempla el Tratado de Roma es el de símbolo religioso o ideológico". Dicho esto, Marchena ha señalado que el lazo es un "símbolo ideológico" y "en consecuencia no pondrá ningún obstáculo con que usen este símbolo, que uno de los procesados está exhibiendo".
Vox, según su parecer, ha dicho que "este tipo de símbolos tienen que sustraerse del que es la actuación en esta Sala" pues es una cuestión que "afecta" al respeto y consideración a la Justicia.