‘El ácido es mi cuchillo’ muestra a un Tàpies subversivo

La Fundació expone 17 grandes grabados del artista y proyecta además el documental sobre la elaboracioń de ‘Espiral i petjada’

27 enero 2020 10:40 | Actualizado a 27 enero 2020 12:54
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Si en otoño del año pasado, la Fundació Antoni Tàpies descubría al gran público que Antoni Tàpies fue también un hombre de teatro, ya fuera como actor, ya fuera como diseñador escenográfico, ahora se inaugura la exposición El ácido es mi cuchillo, en la que se le muestra como «grabador subversivo».

La comisaria Núria Homs remarca que nunca antes se habían ubicado en el espacio diecisiete grandes grabados y tres libros de bibliófilo, de entre 1988 y 1990, en una elección con la que se quiere dar a conocer la forma en la que el pintor utilizaba y «subvertía las técnicas habituales del grabado», a la vez que empleaba esta técnica «como servicio a la sociedad».

Creador que usaba habitualmente el cuchillo para intervenir en sus piezas, en 1988 le comentó a Barbara Catoir que en el caso del grabado, era «cuando sumerjo la plancha de cobre en una cubeta con ácido nítrico, cuando el ácido es mi cuchillo». La exposición, con la que se abre la temporada de la Fundación y que podrá verse hasta el próximo 24 de mayo, no «quiere ser una retrospectiva de grabados, porque solo están los realizados entre 1988 y 1990, pero son todos muy potentes, no inéditos, pero que hacía muchos años que no se mostraban y que impactan y sorprenden porque son muy directos, con un punto de transgresión».

La muestra se completa con la proyección del documental Tàpies, de 1990, donde el artista aparece realizando la plancha de Espiral i petjada.

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