El diálogo es posible

El Parlament de Catalunya vivió el pasado martes una de las jornadas más trascendentales de su historia moderna. El President  de la Generalitat, Carles Puigdemont (Junts pel Sí), declaró durante ocho segundos el derecho de Catalunya a ser una república independiente pero, acto seguido, suspendió esta proclamación a la espera de entablar un diálogo con el Gobierno Central para intentar llegar a un acuerdo.  

Pocas horas después de la comparecencia del jefe del ejecutivo catalán, el Diari reúne a un diputado independentista -Jordi Sendra (PDeCAT-Junts pel Sí)- y a otro que no lo es, Carles Castillo (PSC). Los dos exconcejales del Ayuntamiento de Tarragona -y ahora compañeros de pleno en el Parc de la Ciutadella- demostraron que el diálogo es posible y que, aunque pueda parecer complicado, las posiciones no están tan alejadas. Como mínimo, entre el PDeCAT y el PSC. 

‘La suspensión será breve’
Después del abrazo inicial, Sendra inicia la conversación asegurando que «añoro al PSC, un partido que tiene raíces profundamente catalanistas del que ahora no entiendo su posición», a lo que Castillo le contesta que «este comentario es injusto», ya que «estamos en un momento muy complejo en el que no todo es blanco o negro». El diputado socialista enfatiza que se siente «equidistante» y que, pese a no estar a favor de la independencia, «condeno con rotundidad la violencia que se vivió el pasado 1 de octubre». En este punto, sin embargo, señala a la cúpula de los Mossos d’Esquadra «por no haber cerrado con antelación los colegios electorales», una postura que no es compartida por el soberanista: «Los Mossos cerraron más colegios que la Policía sin usar la violencia», indica el político de Junts pel Sí.  

Jordi Sendra (JxSí): "Añoro al PSC de raíces catalanistas. No hay ninguna ley española que prohíba el referéndum”

La declaración suspendida ha sido una decepción para una parte del soberanismo «y un alivio y una puerta abierta» para el diputado del PSC. Sobre ello, Jordi Sendra considera que «durante los últimos años hemos logrado que el mundo ponga su atención en Catalunya, acercar a los Comuns y ahora tenemos la atención de la prensa internacional. Todo esto se podría haber perdido con una declaración unilateral», remarca el representante del grupo mayoritari. El representante soberanista está convencido de que la suspensión «será breve» y que se alargará sólo durante algunas semanas. «Si entonces no hay acuerdo, haremos lo que tenemos que hacer», afirma.  

Carles Castillo (PSC): "Catalunya es una nación y debe votar si quiere una reforma constitucional para una España federal”

Sobre la propuesta de diálogo que puso sobre la mesa el pasado martes la Generalitat, Carles Castillo vería con buenos ojos la mediación internacional, si bien prevé que «el Estado no la aceptará». El diputado socialista critica que «el PP es la mayor fábrica de independentistas que ha tenido nunca Catalunya», a la vez que critica al Govern de la Generalitat por «haber tirado millas y saltarse la legalidad para llegar hasta donde está hoy: en un callejón sin salida».

Sí a votar, pero... ¿qué?
Una vez llegados a este punto, la pregunta es: ¿Qué puede ceder cada parte para poder llegar a un acuerdo? Jordi Sendra lo tiene claro: el Govern ha renunciado, de momento, a tirar hacia adelante la Declaración Unilateral de Independencia (DUI) para que haya una mediación internacional, que podría derivar en un referéndum.. «En España no hay ninguna ley que diga que un referéndum es ilegal. El 80% de los catalanes quiere votar, como se demuestra en todas las encuestas», enfatiza.  

Sobre esto, Castillo está de acuerdo en el hecho de que la solución al encaje de Catalunya en España debe pasar por las urnas. «Pero debemos decidir qué es lo que votamos», indica. El socialista tiene claro que «Catalunya es una nación» y que «debe votar si quiere apostar por una reforma constitucional para que España sea un Estado federal». En lo que no se moja el representante del PSC es en si prefiere una República Catalana o una Monarquía Española. «No puedo escoger. Está claro que el estado de las autonomías está agotado, pero romper debe ser la última opción», reconoce.