Fumar es incompatible con el trabajo

Catalunya. Tres de cada cien bajas laborales de cinco días o más en empleados de 35 a 64 años son atribuibles al tabaco

19 septiembre 2018 12:12 | Actualizado a 19 septiembre 2018 12:14
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El tabaco pasa factura con los años y provoca que muchos empleados fumadores dejen de acudir a sus puestos de trabajo a causa de diversas patologías. Así, tres de cada 100 bajas laborales de 5 días o más en empleados de 35 a 64 años son atribuibles al tabaco con una tendencia ascendente en hombres y mujeres.

Esta es la conclusión del último trabajo llevado a cabo por profesionales del Departament de Salut de la Generalitat, La incapacidad temporal atribuible al consumo de tabaco en trabajadores de 35-64 años. Catalunya, 2007-2016.

Según el estudio, en Catalunya el porcentaje de episodios y de días de incapacidades temporales atribuibles (ITA) al consumo de tabaco fue superior en hombres (3,9% episodios; 5,5%, días de incapacidades temporables) que en mujeres (2,3% y 1,5% respectivamente) entre 2007 y 2016. Y la tendencia es ascendente, aunque en los años 2014 a 2016 hubo un descenso respecto de la máxima, registrada en 2013.

Enfermedades respiratorias

En el volumen de bajas y en las enfermedades más frecuentes que se presentan, la situación es diferente entre hombres y mujeres. Ellos enferman más (3,9% del total de episodios y un 5,5% de días de todos los de baja), mientras en ellas es el 2,3% de bajas y el 1,5% de días de faltar al trabajo. 

Se observó que la primera causa de incapacidad temporal atribuible al tabaco fue el grupo de enfermedades respiratorias, seguido de las cardiovasculares y de las neoplasias (tumores). 

Por sexos, no obstante, la situación presenta matices. Mientras ellos sufren más de enfermedades cardiovasculares, seguidas de las neoplásicas y de las respiratorias, ellas padecen más de enfermedades respiratorias, seguidas de las cardiovasculares y de los tumores, unas diferencias que los autores del estudio atribuyen a la antigüedad en el consumo.

De la misma manera y a pesar de la legislación actual, la prevalencia de fumadores en el grupo de edad 35-64 desciende muy lentamente entre 2007 y 2016 en hombres (35,8% y 32,3% respectivamente) y aumenta en mujeres (25,6% y 28,7% respectivamente).

Los datos muestran que más vale prevenir que curar por lo que desde las administraciones, la lucha sin cuartel contra el tabaquismo sigue paso a paso. El último busca prohibir fumar dentro de los vehículos particulares.

En el interior de los coches

El anuncio lo hizo esta semana la consellera de Salud de la Generalitat, Alba Vergés, quien explicó que el Govern busca «consensos» para poner en marcha la medida. Verges recordó  que el tabaco continúa siendo una de las dos drogas con más afectación, junto al alcohol: «Hay que continuar trabajando en esta línea muy tranquilamente, buscando consensos, y explicando por qué se puede llegar a limitar el uso del tabaco en espacios reducidos, deportivos, o lo que sea», aunque no tienen un horizonte porque dependerá de la voluntad de mucha gente. 

«En la lucha antitabaco se ha avanzado muchísimo, de hecho yo creo que se ha avanzado mucho más de lo que nuestra sociedad se habría pensado nunca, tal como estaba años atrás», ya que muchas personas no habrían creído que se llegaría a prohibir fumar en bares y otros ámbitos en los que estaba muy normalizado, y lo ha visto como un paso más en esta línea. 

«Nosotros ponemos énfasis desde el punto de vista de salud. Se saben los efectos del tabaco y por lo tanto en un lugar que encima es cerrado como un coche, donde puede haber niños, embarazadas, etcétera, está muy bien haberlo planteado», reflexion. Y destacó que «si además se vincula a la siniestralidad o a tirar colillas por la ventana, te das cuenta de que quizás sería una ventaja llegar a este punto». 

Sobre la posibilidad de que se prohíba en centros deportivos al aire libre, manifestó que cree que se ha avanzado muchísimo porque las personas se sienten con capacidad de decir a alguien que fuma que les molesta el humo, mientras que antes no se hacía, pero es reacia a políticas «prohibicionistas», aunque ve necesario limitar cuando es por salud. 

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tabaco mata a más de 7 millones de personas al año, 890.000 de las cuales son no fumadores expuestos al humo ajeno. «El humo del tabaco contiene más de 4.000 productos químicos, de los cuales se sabe que al menos 250 son nocivos y más de 50 causan cáncer», asegura la organización, que busca que para 2025 los países reduzcan en 30 % la prevalencia del consumo de tabaco en los mayores de 15 años y un 25 % las defunciones prematuras por enfermedades no transmisibles.

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