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El Ministerio del Interior comenzó ayer a desmantelar el dispositivo especial de las fuerzas de seguridad en Catalunya. El director general de la Policía, Germán López Iglesias, y el de la Guardia Civil, José Manuel Holgado, firmaron sendas circulares en las que ordenaron sacar de la denominada ‘operación Copérnico’ a los cerca de 6.000 agentes de ambos cuerpos destinados permanentemente en Cataluña y a los que desde el pasado 20 de septiembre se les habían suspendido todos los permisos y vacaciones.
Los funcionarios de la Jefatura Superior de Policía de Cataluña y los guardias civiles de la Zona de Cataluña adscritos al «dispositivo extraordinario» quedan, tras casi dos meses de movilización permanente, fuera de este operativo a partir de este jueves y volverán al «régimen de jornada laboral y horario reglamentariamente establecido». También, a partir de mañana recuperarán «el disfrute de vacaciones, permisos y licencias» y dejarán de cobrar complementos y dietas.
La vuelta a la normalidad, sin embargo, no será total. En su misma circular, López Iglesias ordena que los «funcionarios comisionados» de la Policía en ‘operación Copérnico’ (otros cerca de 3.000 agentes procedentes de fuera de la comunidad) sigan en sus puestos. La Guardia Civil, por su parte, no hace mención a los agentes procedentes de fuera de Cataluña. La intención de Interior es mantener un «contingente significativo de unidades operativas» de las fuerzas de seguridad en Cataluña hasta, al menos, las elecciones del 21 de diciembre.
La decisión de desmovilizar a parte de los agentes adscritos a la ‘operación Copérnico’ se produce solo horas después de que Interior decidiera prescindir del ‘ferry Piolín’ (Moby Dada), atracado en el puerto de Barcelona y que dejará prestar servicio para las fuerzas de seguridad también hoy jueves. La mayor parte del cerca de millar de policías y guardias civiles que se alojaban en el barco han sido reubicados en otros dos buques –uno de ellos, el que estaba en el puerto de Tarragona– aunque también una parte ha sido devuelta a sus lugares de origen.
La envergadura real del ‘operativo Copérnico’ y de su grado de desmovilización es una incógnita, ya que el Gobierno ha declarado este despliegue como materia reservada. En los últimos días, Interior ha mandado de vuelta a casa a decenas de efectivos de los servicios de información de la Policía y la Guardia Civil, aunque mantiene en Catalunya a centenares de efectivos antidisturbios.
Ya se pueden hacer vacaciones
Con la retirada de los servicios extraordinarios, los agentes de ambos cuerpos policiales destinados en Catalunya ya pueden realizar vacaciones. Y es que desde el mes de septiembre no podían faltar voluntariamente a su puesto de trabajo. Aunque tuvieran concedidos días de permiso, se anularon automáticamente. Asimismo, tenían que estar disponibles las 24 horas al día, los siete días de la semana. Todo ello a cambio de un plus.
En el caso de Tarragona ciudad, el número de agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) y de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) se ha reducido considerablemente. Los policías de investigación también han vuelto a sus plantillas.
