La sentencia del Cas Palau no altera los planes independentistas

Mas no esperaba una resolución tan «dura» y cree que CDC pagó un «precio muy alto». Las fuerzas soberanistas dicen que el fallo no impedirá ponerse de acuerdo para formar Govern 

16 enero 2018 07:45 | Actualizado a 16 enero 2018 07:49
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El PDeCAT, formación que es heredera de CDC, se desmarcó ayer de la sentencia que condena a Convergència y de ninguna manera se dio por aludida, a pesar de las fuertes críticas de los grupos de la oposición.

El argumento que escrimieron los neoconvergentes fue que el partido presidido por Neus Munté es nuevo y que los líderes de Convergència ya afrontaron sus consecuencias políticas en el pasado. La sentencia «tiene que ver con Convergència, una formación política que ya ha asumido todas las responsabilidades políticas de un asunto que es anterior al año 2010», «el PDeCAT es una formación nueva, creada en 2016», afirmaron en una nota informativa.

La sentencia, según dejaron claro los partidos soberanistas, no alterará sus planes de sellar una alianza entre las fuerzas secesionistas para formar un nuevo gobierno independentista.

El expresidente de la Generalitat y hasta hace unos días presidente del PDeCAT, Artur Mas, admitió que no esperaba una sentencia del caso Palau tan «dura» y recalcó que Convergència ya pagó, con su disolución en 2016, «un precio muy alto» por las irregularidades investigadas.

Críticas a la sentencia

En un comunicado, Mas calificó de «muy negativa» la sentencia, que será recurrida por CDC, y subrayó que «nunca se han demostrado irregularidades en la manera de adjudicar la obra pública», por lo que ha protestado: «¿Cómo puede ser que se acuse a Osàcar de tráfico de influencias, cuando resulta que no se ha investigado la adjudicación de obra pública a través del Palau de la Música?».

«Si tú acusas a alguien de cobrar comisiones es porque crees que se han alterado los contratos de obra pública, y si no analizas estos contratos no lo puedes saber. Y se renunció a investigar la obra pública», destacó. En una alusión velada al giro independentista de CDC en esta última década, comentó que el partido fue «consciente» estos años de «hasta qué punto se había expuesto» a las acusaciones por irregularidades y «había dado excusas para ser atacada».

Finalmente, «tomó una decisión, que fue disolverse como partido y desaparecer» y refundarse como PDeCAT, por lo que «CDC, a diferencia de muchos otros, ha pagado un precio muy alto».

«¿Qué responsabilidades políticas puede haber más, cuando el propio partido ha desaparecido?», se preguntó, para justificar que de la sentencia de ayer no se deriven nuevas responsabilidades, ya que de hecho en este juicio, sentado en el banquillo de los acusados, por parte de CDC «no había nadie más que Osàcar».

Sobre la sentencia, reconoció que no la esperaba «con esta dureza, en absoluto», pero puntualizó que no es la «sentencia definitiva» porque «los abogados dejan claro que hay que recurrir» al Tribunal Supremo.

Según Artur Mas, al PDeCAT la sentencia «no le perjudica económicamente, porque la desvinculación económica entre un partido y otro es absoluta».

«CDC existe sólo como entidad jurídica, no como partido. Por eso, si finalmente se resuelve que hay alguna responsabilidad económica por parte del partido, el patrimonio de CDC ha de servir para devolver hasta el último céntimo de euro», aseguró.

Además, eludió toda responsabilidad directa en las conexiones entre el partido y Fèlix Millet, que según recordó se remontan a la época de Jordi Pujol: «Toda la relación entre CDC y el Palau se construyó en los años 90 y las personas que la construyeron no son ni Daniel Osàcar ni yo».

Mas destacó que sigue pensando que «Osàcar es una persona honorable», que «no se ha metido nunca ni un solo euro en el bolsillo» y por ello defenderá su «honorabilidad hasta el final». 

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