La visita de los presos al Parlament propicia una tregua entre JxCat y ERC

Piden unidad, reivindican el diálogo con Madrid y reiteran su apuesta por un referéndum sobre la independencia

29 enero 2020 10:10 | Actualizado a 29 enero 2020 12:55
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La visita al Parlament de seis de los nueve presos del Procés para participar como testigos en una comisión de investigación sobre la aplicación del 155 propició una cierta tregua en la guerra que libran JxCat y ERC. La incógnita está en saber si ese armisticio será duradero o si en cuanto los exconsellers regresen a la cárcel, volverán de inmediato las hostilidades.

Se podrá salir pronto de dudas porque el Govern se reúne hoy por primera vez desde la ruptura del lunes. Sobre la mesa, los Presupuestos de la Generalitat y las especulaciones sobre un posible adelanto electoral y eventuales cambios en el Ejecutivo para los meses en que el Govern pudiera estar en funciones.

Un día después de que la Mesa del Parlament, con el aval de ERC, consumara la retirada del escaño de diputado a Quim Torra y el president de la Generalitat amenazara con elecciones si no se le restituía como parlamentario, al menos en lo formal, los independentistas se dieron ayer un respiro. Dispensaron todos los honores a los dirigentes del Procés que están en la cárcel. Los seis exconsellers –Oriol Junqueras, Jordi Turull, Raül Romeva, Josep Rull, Quim Forn y Dolors Bassa– fueron recibidos en el vestíbulo de la cámara catalana entre aplausos, gritos de libertad y abrazos. Torra, junto al president del Parlament Roger Torrent y el vicepresident Pere Aragonès, les abrazaron a todos .

Habían salido a primera hora de la cárcel, en coches, y tras entrar en el Parlament, subieron las escaleras nobles que conducen al hemiciclo. Fueron conducidos a la sala de audiencias, donde Torrent suele recibir las visitas institucionales, y allí permanecieron todo el día. Sin esposas y en una sala custodiada por los Mossos. Uno a uno, comparecieron en la comisión. Para todos, la liturgia fue la misma. Paseíllo hasta la sala anexa del hemiciclo, arropados por los suyos, los de su partido. Lo mismo cuando intervinieron. Cada uno lo hizo acompañado de su sucesor en el cargo.

«Me muero de ganas de dialogar»

En sus intervenciones, reclamaron unidad, instaron a aprovechar la oportunidad del diálogo que se ha abierto con el Gobierno central y se declararon a favor de volver a ensayar la vía unilateral. Insistieron en que no cometieron ningún delito y en que sus condenas son injustas.

El más locuaz fue Oriol Junqueras. El líder de ERC convirtió su alocución en un mitin y aprovechó para reiterar la apuesta de los republicanos por el diálogo con el Gobierno, que ha sido cuestionado desde JxCat y la CUP. «Me muero de ganas de dialogar», dijo, incluso con quien «aplaude nuestro encarcelamiento». «Es lo que hemos pedido siempre y hay que aprovecharlo. La mesa con el Gobierno es un paso adelante», justificó.

Ante las acusaciones que recibe ERC de «botiflers», Junqueras reivindicó a ERC como una fuerza independentista de toda la vida. «Más independentista que nosotros no hay nadie», afirmó. También ofreció diálogo a Pedro Sánchez, aunque se mostró escéptico. Al mismo tiempo advirtió de que el independentismo «volverá a ejercer» la autodeterminación.

Raül Romeva también apeló al diálogo, e, igual que Junqueras, aseguró que el secesionismo no renuncia a volver a intentarlo. «Nos hemos ganado ese derecho», dijo. «Lo volvería a hacer, pero mejor», coincidieron Quim Forn y Josep Rull. Jordi Turull emplazó a JxCat y a ERC a aparcar su «orgullo» para no dar por muerta la legislatura, y les instó a no repetir episodios como el del lunes si quieren que su estancia en prisión sea lo más feliz posible. «Hace 27 meses que estoy en la cárcel y reclamo que abandonemos los partidismos. La sociedad nos pide unidad: la misma que hizo posible el 1-O», dijo Forn. «No podemos vivir en el histerismo, la bronca o el combate político», remarcó Romeva.

«Poca humanidad»

Tras la intervención de Junqueras, habló la portavoz de Ciudadanos, Lorena Roldán. La dirigente naranja instó al líder secesionista a pedir perdón y acusó a los secesionistas de romper familias. Al acabar su discurso, los dos diputados de Ciudadanos, la portavoz y Carrizosa, abandonaron la sala sin escuchar la respuesta del interpelado. «Lástima, ahora que habíamos empezado a dialogar», ironizó en este punto Junqueras, si bien el más duro fue Turull, que deploró la «poca humanidad» de los naranjas y les tachó de «unos cobardes y maleducados». El PSC y el PP no participaron porque desde el primer día se autoexcluyeron de la comisión. Los comunes, por su parte, defendieron a los exconsellers como presos políticos y señalaron que deberían estar en la mesa de diálogo con Sánchez.

Presupuestos

El presidente Quim Torra medita, mientras tanto, cómo responder a ERC tras el terremoto por la retirada de su condición de diputado, entre presiones para que no tome decisiones que impidan aprobar los presupuestos, aunque voces de JxCat proponen ir a elecciones.

El lunes por la tarde, tras el encontronazo, Torra consultó la opinión de consellers, diputados y otros cargos de JxCat sobre cómo resolver la crisis con ERC, y recibió consejos muy dispares. Según fuentes conocedoras de la reunión, hablaron prácticamente todos los diputados y consellers de JxCat, incluso el expresident Carles Puigdemont, por videoconferencia.

Entre los cargos de JxCat en el Govern, según las fuentes consultadas, predomina la opinión de no precipitar un adelanto electoral y esperar al menos a que se aprueben los presupuestos de la Generalitat para 2020. Esgrimen la importancia de tener unas cuentas aprobadas –las últimas son de 2017– con las que poder presentarse ante la ciudadanía y defender la «utilidad» del Govern, como promotor de partidas sociales, económicas o de infraestructuras, más allá de la reivindicación soberanista.

Hoy a las 11.45 horas, el vicepresident y conseller de Economia Pere Aragonès entregará formalmente los presupuestos a Roger Torrent y comparecerá en comisión parlamentaria para presentarlos.

La tramitación suele alargarse dos meses, aunque su aprobación definitiva tendrá que esperar muy probablemente otro mes más, hasta que el Consell de Garanties Estatutàries se pronuncie sobre los recursos que casi seguro planteará la oposición.

Si Torra decide hacer caso a las voces internas que le reclaman esperar a que se aprueben los presupuestos, no convocará elecciones, pues, hasta al menos dentro de tres meses. En cambio, si hoy tomase alguna decisión drástica, podría alterarse su agenda para los próximos días, que desde ayer (ver página 27) incluye una reunión con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, el 6 de febrero en Barcelona.

Maria Senserrich, a quien la Junta Electoral Provincial expidió la credencial de diputada del Parlament en sustitución del president Torra, renunció al escaño y propuso al resto de miembros de la lista de JxCat que hagan lo mismo, con la finalidad de que quede vacío.

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