El Tiempo
Estado Carreteras
Whatsapp
Encuesta
Directorio Empresas
Juegos
Aforo limitado, protecciones para los ojos o la cara y restricciones en el acceso en las zonas comunitarias. El coronavirus también impacta en el sector inmobiliario, que después de la parada prácticamente total durante el confinamiento más duro, empieza a reactivarse. El presidente de la Associaciò Immobiliària de Catalunya (AIC) Gerard Duelo, estima la apertura del 70% de las agencias inmobiliarias en localidades que ya están en la primera fase de desescalada.
En Tarragona, donde ya han podido abrir, el presidente del colegio de API, José Antonio Flores, recuerda que «la gestión inmobiliaria es presencial y, una vez hecha el primer contacto por web, poder ver el inmueble es una parte fundamental para cualquier operación de alquiler o compra».
«Habrá que ver si en los próximos meses recuperarmos la normalidad»La Associació d’Agents Immobiliaris (API) ha publicado una guía al respecto. A pesar de que no hay protocolos concretos, los API recomiendan establecer un número máximo de personas para hacer las visitas en los inmuebles, teniendo en cuenta la superficie para garantizar las distancias de seguridad de dos metros, como mínimo.
Además, proponen no realizar visitas de puertas abiertas de las viviendas y hacer uso de peúcos desechables, tanto para los comerciales como para los clientes. El acceso a las zonas comunitarias está prohibido y el uso de mascarillas y guantes es obligatorio.
Ante la falta de directrices, el gerente de la Cambra de la Propietat Urbana de Barcelona, Òscar Gorgues, ha pedido al gobierno español «instrucciones claras». Gorgues asegura que las medidas higiénicas y de seguridad aplicadas a las oficinas son «difícilmente trasladables» a las visitas de los inmuebles.
«Hay muchos interrogantes en la hora de valorar la posibilidad de hacer visitas a las viviendas», añade. En cualquier caso, el gerente asegura que, una vez se puedan hacer visitas presenciales, se harán «de manera inmediata» y adoptando las protecciones necesarias.
En Serveis Immobiliaris Fortuny de Reus, con dos oficinas en la ciudad, han estado dos meses «con una parada total en todo lo que respecta a ventas y visita de inmuebles», según explica su administrador, Juan Manuel Cuartero. «Hemos atendido básicamente de forma telemática», afirma.
«Ahora la gente nos pide inmuebles con terraza y áticos, además de casas»La empresa se vio obligada a hacer un ERTE a sus 18 trabajadores, pero desde lunes levantó un 75% de la plantilla y espera, a finales de mes, poder reincorporarlos a todos. Por ahora, han instalado pantallas de metacrilato en las mesas de las inmobiliarias y han aumentado la limpieza.
Como explica el gerente de una de sus oficinas, Rafael Gómez, han comprado mascarillas, guantes, peúcos y han hecho fabricar 1.000 viseras de plástico que entregan a los clientes para las visitas. Además, siempre procuran que los clientes vayan con cita previa para evitar aglomeraciones y que, en lo posible, sean una sola persona.
En el caso de las medidas de seguridad en la oficina, abiertas también en las zonas en fase 0, los API recomiendan ventilación diaria, el uso de pantallas protectoras y gel desinfectante en los azulejos y establecer un número de personas por cada zona en función de las dimensiones del espacio.
En Serveis Immobiliaris Reus, intentan hacer visitas en viviendas donde no vive nadie, y en los casos en qué están habitadas, redoblan las medidas de seguridad y procuran que el inquilino no esté.
«Han abierto un 70% de las agencias en aquellas zonas que están ubicadas en la fase 1»«He ido recibiendo muchas llamadas durante los dos meses de confinamiento, pero ahora la gente nos pide cosas con terraza, áticos y casas», explica Cuartero, en referencia a las consecuencias del virus. Además, también nota un nuevo atractivo por los pueblos. «Igual que antes todo el mundo quería Reus, ahora también quieren la Selva del Camp, Riudoms, Almoster, Castellvell... se ve un cambio de ciclo», admite.
De cara a los próximos meses, Gerard Duelo, que también es presidente del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Barcelona (COAPI), prevé un «fuerte repunte» de la actividad, seguido de un descenso y un posterior incremento. «Hay mucho negocio contenido que ahora se cerrará», afirma Duelo.
