Los sobres de M.Rajoy

En el mitin del presidente en Salou hubo sobre todo mucho sobre... Sobre como preposición o prefijo

17 diciembre 2017 20:05 | Actualizado a 17 diciembre 2017 20:13
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Ver en persona al Uno (como M. Rajoy no hay ninguno), Grande (su capacidad política y dialéctica es descomunal) y ¿Libre? (de la alargada sombra de Bárcenas y la mala sombra de Aznar) fue algo sobre-natural. Tanto que el público que llenó ayer el Auditorio de Salou asumió como propio el mensaje repetido sobremanera: que M. Rajoy es el salvador de Catalunya gracias a los sobre-humanos efectos de haber aplicado el 155.

La cúpula del PP estuvo sobre-representada. Las encuestas auguran malos resultados a los candidatos por Barcelona, X. García Albiol, y por Tarragona, A. Fernández. Vinieron refuerzos desde todos los puntos de la España pepera. Estuvieron presentes J. Moreno (Andalucía), J. Arenas (Madrid), F. Martínez-Maíllo (Madrid), C. Cifuentes (Madrid),  J. Maroto (Euskadi), M. D. de Cospedal (ministra), I. Bonig (Valencia), J.V. Herrera (Castilla y León), A. Levy (Barcelona), D. Monserrat (ministra)... 

Objetivo: animar a Albiol y Alejandro, que necesitan mucho mimo, que es muy duro sobre-llevar que el PP haga el trabajo sucio de cargarse la autonomía, Ciudadanos se apunte el mérito y el PSC vaya de bonachón, como si no hubiera roto un plato, como si no hubiera dado su apoyo explícito a la destitución del Govern.

M. Rajoy hizo su estelar aparición a las 12.30. Con sobre-saliente puntualidad. Besos, abrazos, saludos, gritos de «¡Presidente, presidente!»

En el mitin hubo sobre-dosis de nacionalismo. ¿En el PP? Que sí, que sí. Veamos qué dice sobre el término en cuestión el diccionario de la Real Academia Española en su primera acepción: «Sentimiento fervoroso de pertenencia a una nación y de identificación con su realidad y con su historia». Y si de algo estuvieron sobre-cargados los discursos fueron del término España. Sólo «Constitución» y «artículo 155» le disputaron el hispánico ranking de las palabras más pronunciadas.
El primero en hablar fue el concejal del PP en Salou M. García. «Alejandro Fernández defenderá la libertad de los catalanes hasta que se congele el infierno», soltó. Mario, Mario, Mario, que una cosa es dar mimitos a tus compis y otra cosa es sobre-pasar los límites del peloteo político.

El compadreo, los elogios mutuos, el sobeteo verbal, no habían hecho más que empezar con el piropito de M. García a A. Fernández. Los intervinientes se sobre-excedieron en alabanzas. A. Fernández puso por las nubes a M. García, X. García Albiol y M. Rajoy. M. Rajoy elevó a los altares a X. García Albiol por su «valentía» contra el nacionalismo (catalán). Y sobre todo cuando X. García Albiol pronunció una frase que sobre-cogió de emoción al auditorio: «Rajoy es el presidente que ha hecho que Puigdemont se tenga que marchar a mil kilómetros de distancia de Catalunya» porque «le tiene miedo». Una sobre-excitada señora del público soltó un sonoro «cobarde» en referencia al presidente cesado de la Generalitat. Otra la secundó con un no menos estridente «que se quede en Bruselas».

«Rajoy es el presidente que ha hecho que Puigdemont se marche a mil kilómetros de distancia porque le tiene miedo»

Albiol dio por sobre-seída la separación de poderes cuando afirmó sin rubor que los líderes independentistas «se van a pasar una temporada en la cárcel».

En el escenario, dos grandes pantallas tenían sobre-impresionado el lema de la campaña del PP: «España es la solución». Lo curioso es que ni A. Fernández, ni X. García Albiol ni M. Rajoy dijeron una sola palabra sobre qué tipo de España se refiere el lema: ¿la de dos jóvenes subidos a un tanque profiriendo amenazas a Puigdemont y Pablo Iglesias antes de gritar «¡Arriba España!»? ¿La del «a por ellos»? ¿La de la trama Gürtel o los ERE? ¿La de Iceta que ha pasado de aullar «Pedro, líbranos de Rajoy» a hacerse un tiernísimo selfie con X. García Albiol? Igual es que debe sobre-entenderse que es la España de la Constitución. 

Si la frase de Albiol despertó enfervorizados aplausos, una humorada de A. Fernández, provocó la carcajada: «A la izquierda no le gusta la cultura del esfuerzo porque si un joven de origen humilde estudia mucho, aprende y se hace del PP». Premio para Ale por el sobre-esfuerzo realizado para imaginar el chistaco. 

Con tanto chiste y sobre-alimentación patriótica, a uno le entró la tentación de sobre-actuar y ponerse a cantar «qué buenos son los padres peperianos, qué buenos son que nos aplican el 155, que buenos son que nos traen la repre...». Pero no. Que el 155 se cierne sobre todos nosotros. Que hay que sobre-vivir.

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