«Pierdes a tu marido, tus hijos pierden a su padre y tú quieres cambiar el sistema»

Entrevista a Anna González, la impulsora del movimiento #PorUnaLeyJusta en la carretera habla de los avances que ha logrado tras tres años de lucha

03 septiembre 2018 09:02 | Actualizado a 03 septiembre 2018 09:47
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

El año 2013, Anna González (Puigcerdà, 1978) perdió a su marido, Óscar, atropellado por un camión cuando iba en bicicleta. El conductor del vehículo se dio a la fuga, fue detenido y puesto a disposición judicial por la Guardia Civil.

El accidente mortal fue considerado como una falta leve y no se celebró ningún juicio, dejando al infractor en libertad.

En 2015, Anna inició una campaña #PorUnaLeyJusta para que estos delitos graves en la carretera sean juzgados como tales. Tras años de sacrificio y recurrir en  la Audiencia Provincial, el conductor en cuestión será juzgado por homicidio imprudente.

Esta semana ha dado un nuevo paso en esta lucha, que ya es un problema social.

El lunes se reunió con la ministra de Justicia, ¿cómo ha recibido su petición?

La ministra Dolores Delgado se ha comprometido a apoyar las peticiones que llevamos a cabo en el Congreso a través del diputado Pablo Bellido, que es quien nos ayuda. Queremos cambiar el código penal y sobre todo pedimos que se cree un nuevo tipo de delito cuando la persona que provoca un accidente en carretera abandona el lugar de los hechos.

¿No es un delito? 

Ahora mismo, la persona que provoca un accidente y se da a la fuga sin prestar socorro dejando la víctima o personas afectadas en el lugar del accidente no comete un delito. Hay que tener poca ética y moral para hacerlo. Y por ello pedimos que sea considerado como delito con cuatro años de cárcel. 

Pedimos que una persona que provoca un accidente en carretera y se de a la fuga esté considerado delito con cuatro años de cárcel

También tienen más peticiones.

Sí, que en los casos graves como el atropello múltiple, bajo los efectos de las drogas o el alcohol o de alta velocidad, se incrementen las penas. Actualmente está penado con cuatro años de cárcel y pedimos que se aumente de seis a nueve dependiendo de la gravedad del accidente. 

Otro asunto son las antiguas faltas, ahora calificadas como imprudencias.

Queremos que las imprudencias leves sean juzgadas por la vía penal. En 2015, el PP hizo una reforma en la que despenalizó las faltas. Antes casi todos los accidentes se consideraban así y se producía un juicio de faltas.

Con la nueva ley desaparecen y en su lugar aparecen las imprudencias, leves, menos graves y graves. Las leves pasan a ser juzgadas por la vía civil en vez de la penal y la víctima pierde la defensa del fiscal, del Estado. Se la deja desamparada y la cosa queda entre ella y la aseguradora. 

¿Hablaron de algún otro asunto importante?

Nos comentó que quería impulsar un protocolo para las víctimas de accidentes de tráfico. Un acompañamiento igual que los hay para las víctimas de género o de atentados. Si se lleva a cabo sería un gran avance porque al entorno de la víctima se le abandona.

Cuando detienen al conductor que ha cometido un delito le leen sus derechos, mientras que la víctima no tiene. Te llaman, te dicen que tu familiar está muerto y que le están practicando la autopsia. Es muy duro para esta parte. 

¿Recibió algún tipo de apoyo cuando perdió a su marido?

Sí, pero porque un amigo mío me facilitó la ayuda de la Cruz Roja. Tienen un equipo de psicólogos que son la leche. Me prepararon para comunicárselo a mis hijos. Depende de cómo se lo dices, lo encajan de una manera u otra y es importante saber transmitir una noticia con la que sabes que vas a hacer daño. Si no te guían todavía es más complicado.

«Yo tuve apoyo y me guiaron en el momento del duelo, pero no todo el mundo lo tiene, cuando debería ser una cuestión de Estado»

También debe ser necesario el apoyo médico.

Tuve la suerte de que una amiga médica me sedaba cuando lo necesitaba. Fui una afortunada de tener estos amigos que me apoyaron pero no todas las víctimas lo tienen y esto debe ser una cuestión de Estado para que te ayuden y te guíen. 

¿Cómo empezó su lucha?

Con mis abogados, dos buenas amigas, las hermanas de mi marido y poco a poco se sumó más gente que nos han ayudado de manera altruista, sobre todo en las redes sociales. Fue muy artesanal con el coche arriba y abajo, conseguimos el apoyo de abogados, medios de comunicación, marchas cicloturistas de toda España y la Volta a Catalunya.

Ahora contamos con el soporte de federaciones ciclistas nacionales y autonómicas o personalidades del mundo de la bici como Purito, Contador, Valverde o Pedro Delgado, entre muchos. Así empezamos, haciendo ruido y recogiendo firmas. 

Y las presentaron al Ministerio de Justicia.

En diciembre de 2016 presentamos 180.000 firmas al entonces ministro Rafael Català. En marzo de 2017, llevamos 200.000 al Congreso de los Diputados y en septiembre se llevó a trámite la propuesta de ley con los votos de los 337 diputados. La última visita ha sido esta semana que, junto a Alberto Contador, hemos presentado 229.000 firmas a la ministra Delgado. 

¿En que momento está la elaboración de la ley?

Con las enmiendas se ha complicado todo y está atascada. Los partidos no se ponen de acuerdo con los grados de gravedad y las faltas, ya que el PP no quiere cambiar la reforma que hizo en 2015. Falta que lleguen a un consenso en las enmiendas y lo voten en la comisión de justicia. Si sale mayoría iría al Senado, volvería al Congreso y ya sería ley.

«Si la ley no se lleva a cabo en esta legislatura, se irá a la basura, porque después de todo el esfuerzo, no tendría fuerzas para empezar»

¿Es optimista?

Sí, pero también realista. Los políticos te escuchan, te dicen que sí y te dan su apoyo pero luego no concretan nada. Entonces no quiero ilusionarme demasiado porque después la caída será más fuerte. El problema es que si no lo hacen en otoño ya no se hará.

Luego empezará la campaña electoral para las municipales y después llegarán las nacionales. Cuando empieza este circo, los políticos hacen más marketing que trabajo.

Así que si no se lleva a cabo en esta legislatura, se iría a la basura, porque después de todo el esfuerzo en vano, yo no tendría fuerzas para empezar de nuevo. No podría.

¿Ha sido complicado vivir estos años llevando la responsabilidad de esta iniciativa?

Ha sido muy duro. Durante este tiempo mis hijos y esta lucha han sido mi prioridad. He invertido mucho dinero en viajes, hoteles y comida que me he financiado yo.

Me llamaban diputados para reunirse conmigo en Madrid y después de cada reunión me quedaba muy chafada porque analizas lo que te dicen, te das cuenta de lo difícil y lento que resulta el proceso y tardaba unos días en remontar. Me dejaba la vida. Se me cayó el pelo, pero por suerte ha vuelto a crecer.

No es lo mismo iniciar una lucha estando bien emocionalmente que con un duelo y tus hijos sufriendo. Has perdido a tu marido, ellos han perdido a su padre y tú quieres cambiar el sistema. Pero si no lo haces tú, nadie lo hará. Supongo que a todas las personas que son activistas, su lucha les pasa factura.

Comentarios
Multimedia Diari