Puigdemont: ‘El 1-O las urnas estarán donde tienen que estar, y llenas de votos’

El president de la Generalitat defiende que la ley del referéndum que ha aprobado el Parlament ‘no puede ser impugnada por el sistema español’

10 septiembre 2017 08:39 | Actualizado a 10 septiembre 2017 08:44
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El president de la Generalitat, Carles Puigdemont, afirma que la ley catalana del referéndum «sigue vigente», pese a haber sido suspendida por el Tribunal Constitucional (TC), porque ampara «derechos de los pueblos como es el de autodeterminación, y este último se ampara en los derechos humanos».

En una dura y agria intervención ante el consejo nacional del PDeCAT, Puigdemont subrayó ayer que la ley aprobada por el Parlament «no puede ser tumbada» por ningún TC «deslegitimado y conchabado con el Gobierno del Estado». «La ley es fruto de un acuerdo vigente del Parlament porque se ampara en los derechos de lo pueblos a su autodeterminación, los cuales a su vez, se amparan en los derechos humanos, y por encima de estos no puede pasar nadie», argumentó.

«Cuando un pueblo se pone en pie para ejercer su derecho a la autodeterminación, los derechos humanos quedan reforzados», y esto, añadió, a pesar de tener en contra a «un Estado cada vez más autoritario y demofóbico, que ha comprobado que somos un Govern fuerte, determinado a cumplir sus compromisos y que no busca la comodidad de la poltrona».

Desesperación e impotencia

El president de la Generalitat interpreta que la respuesta del Estado «a los anhelos democráticos de los catalanes» se produce por la vía de la suspensión de leyes y la presentación de querellas «por una razón, que es su profunda desesperación e impotencia», al ver que «en todos los años de amenazas, insultos, mentiras y falsificaciones, en Catalunya no han conseguido convencer a nadie».

‘El Gobierno español es consciente del inmenso poder que tenemos’, asegura

«Les cuesta mucho –apuntó– decir que defienden la democracia y la gente sin la gente, porque esto se llama despotismo, y entonces, en su desesperación, recurren al poder del Estado. ¿Para qué tratar de convencer, si ya tienen los tribunales?», denunció.

«Esto será legal y reglamentario, y estoy seguro de que si piden un informe al Consell de Garanties Estatutàries, les dará la razón, pero no es legítimo ni democrático», abundó Puigdemont, En este punto, criticó que los mismos que dicen defender la democracia son los que deciden que permanezca encarcelado el periodista turco Hamza Talçin «que fue detenido por la policía española porque lo pedía el presidente de Turquía, Tayyip Erdogan, un demócrata y un referente de las garantías democráticas», indicó en tono irónico.

Puigdemont se mostró convencido de que el Gobierno español «es consciente del inmenso poder que tenemos», y que es fruto «de una mayoría democrática», y por eso «sabe que todo está en marcha, y que ya pueden ir diciendo lo que quieran, porque si el 1-O las urnas están llenas de votos, esto será democracia».

El president empezó su discurso dando «un mensaje de solidaridad al club de los querellados, y al de los advertidos», y apuntó que «después de la operación cloaca» en Catalunya, ha venido «una operación patrimonio, y después la operación provocación, las tres diseñadas por la misma gente».
‘Los que se cargaron el Estatut’

Según Carles Puigdemont, «los que ya pisotearon los derecho de los catalanes cuando se cargaron el Estatut siguen actuando, si bien van cambiando algunos actores, y ahora vemos que algunos que decían estar a favor de la autodeterminación ahora son aplaudidos de forma entusiasta» por los mismos que se «cepillaron» el texto estatutario, señaló en referencia al portavoz parlamentario de Catalunya Sí Que Es Pot, Joan Coscubiela, aunque sin nombrarle.

Sobre la celebración de la Diada, Puigdemont señaló que lo que al Estado le impresiona no sólo son las cifras de participantes, sino sobre todo «el civismo, el buen tono, la transversalidad, y el respeto», por lo que pidió «no caer en  provocaciones».
«De esta Diada saldrá un mensaje muy claro, y es que digan lo que digan los tribunales del Estado español, si un pueblo quiere votar, esto es democracia, y puesto que los que queremos votar somos mayoría, lo haremos», resaltó.

La coordinadora general del PDeCAT, Marta Pascal, por su parte, afirmó que su partido «nunca dejará solos» a quienes son objeto de querellas y sentencias, lo que dio pie a un prolongado aplauso dedicado al expresident Artur Mas y a los exconsellers Francesc Homs, Joana Ortega e Irene Rigau, todos presentes, y a corear el lema «No tinc por» que surgió tras los  atentados terroristas de Barcelona y Cambrils.

Reacción festiva y pacífica

En una entrevista anoche en El Punt Avui Televisió, el president Puigdemont abundó, al ser preguntado por el material para el referéndum, en que el 1 de octubre «las urnas estarán donde tienen que estar, y llenas de votos», como igualmente habrá papeletas y toda la infraestructura necesaria para que la votación se desarrolle con normalidad. Respecto a la protesta ciudadana en Valls, y después en Tarragona, por los registros de la Guardia Civil en Valls y Constantí, el president señaló que «la reacción festiva, irónica, con música y respeto, es una actitud de pacifismo de la que no nos podemos desviar».

Sobre la ley que ampara la convocatoria del referéndum y que ha sido suspendida de forma cautelar por el TC, señaló que «el Parlament ha aprobado una ley que ya no puede ser impugnada por el sistema español». También argumentó que «mientras Rajoy anunciaba que el referéndum no tendría lugar, el referéndum ya se estaba produciendo, porque hay gente en el extranjero que ya ha empezado a enviar su papeleta de votación», en referencia a los catalanes que se apuntaron en el registro a tal efecto. 

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