Puigdemont quiere declarar desde Bélgica

El abogado que le representa, que también asesora a los cuatro ‘exconsellers’ en el exilio, seguirá la misma táctica usada en los casos de ETA que llevó

20 noviembre 2017 08:07 | Actualizado a 20 noviembre 2017 09:28
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

Cubrir las peripecias de Carles Puigdemont por Bélgica se ha convertido en una cuestión de fe en la palabra de Paul Bekaert. Todo es tan rocambolesco que no queda más alternativa que esperar a que decida hablar preferiblemente a un medio internacional para intuir por dónde pueden ir los tiros. Insiste en que Puigdemont sigue en Bruselas, pero ya nadie pone la mano en el fuego por nada.


Bekaert es el veterano abogado flamenco que defenderá al ‘expresident’ y a los cuatro exconsellers que se han quedado junto a él en esta suerte de Govern en el exilio. Se trata de Meritxell Borràs, Antoni Comín, Clara Ponsatí y Meritxell Serret. La estrategia es sencilla: embarrar el terreno de juego y apostar por el cuanto peor, mejor. 

El primer paso será la solicitud a la Audiencia Nacional para que declaren desde Bélgica. «Es posible porque ya lo he hecho en el pasado», zanjó el histórico letrado de miembros de ETA, que ya el martes por la noche adelantó que no acudirían a Madrid. Sigue el lío.

El quinto día de la autoproclamada República catalana volvió a ser la mejor metáfora del discurrir del procés en las últimas semanas. Fue una jornada caótica de desinformación persiguiendo sombras. En torno a las diez de la mañana, comenzó a filtrarse la idea de que Puigdemont comparecería en Gante a mediodía. Todo llegaba desde Madrid y Barcelona, pero en Bruselas nadie informaba de nada. Alertas, urgentes... Sí, comparece a las 12. Agua.    

Luego, también desde España, se expandió el rumor de que la esperada comparecencia sería en Tielt, localidad flamenca situada a 90 kilómetros al noroeste de Bruselas donde el abogado tiene su bufete. 

Más agua. Fuentes del entorno del expresidente achacaban estas confusiones «a filtraciones de Interior» y pedían calma porque no estaba nada previsto. De hecho, el propio Bekaert criticó la actitud de los medios españoles en declaraciones a la televisión flamenca refiriéndose por ejemplo a la información que decía que el martes estaba viajando a Barcelona. «Es una verdadera guerra de nervios y propaganda», aseguró.

«El gato sigue en el árbol»

Por la tarde, cierta calma chicha. Al final, Puigdemont no habló.... Ni apareció. No dio señales de vida, más allá de un tuit llamando a la resistencia del pueblo. ¿Lo hará hoy? Quién sabe. Todo dependerá de la decisión de la juez Carmen Lamela, si acepta la videoconferencia o, por contra, si la rechaza y al final ordena su arresto por incomparecencia. 

Este es el escenario más factible y sobre el que Bekaert ha diseñado siempre su tradicional estrategia en contra de la justicia española. Lo dicho, embarrar el terreno de juego y buscar las aristas entre los sistemas judiciales de España y Bélgica para evitar la extradición de sus defendidos alegando, ‘grosso modo’, que no tendrán un juicio justo porque sus derechos fundamentales serán vulnerados.    

«Hay muchas posibilidades de que lo detengan, así que mi cliente está esperando a ver cuál es la reacción del Estado español y cómo se desarrollan los acontecimientos. De momento, y por decirlo de algún modo, el gato sigue en el árbol», explicó el abogado flamenco, de 68 años. 

¿Cuántas vidas tendrá este ‘gato’ y cuán resbaladizo será para la justicia?        
Dar algo por sentado estando Bélgica de por medio sería un grave error. Todo es posible. Si al final la jueza decide hoy prisión provisional para Puigdemont y sus ‘exconsellers’, se debería tramitar una orden de detención y entrega europea, la llamada euroorden, para que las autoridades belgas les arresten. Así será. En este hipotético caso, serán detenidos por la Policía española o por la belga, de eso no se librarán, porque así se contempla en el protocolo judicial que rige en la UE. La clave es el traslado a España, la extradición, y aquí es donde Bekaert quiere jugar su partida.
La última palabra la tiene un juez y en Bélgica son especialmente garantistas en la defensa de los derechos fundamentales, como pueden dar fe varios miembros de ETA acusados de delitos de sangre que lograron quedarse en el país gracias a este letrado. El proceso de extradición podría durar «en torno a 60 días de media», pero dependerá de los ritmos de la justicia, ya que la decisión es recurrible a instancias superiores. Es decir, que si el primer juez da luz verde al traslado a España, otro podría revocar la decisión.

Ni rastro

¿Dónde está Carles Puigdemont? Fue la pregunta del millón de un soleado Primero de noviembre en el que el paradero del ‘expresident’ volvió a quebrar la rutina de una Bruselas aletargado con motivo del puente festivo. Nadie sabe dónde está, porque el martes por la noche abandonó el Hotel Chambord para no volver, según confirmaron desde el establecimiento. Aquí se alojó el lunes junto a sus exconsellers y al parecer, tenía reserva hasta hoy, pero alguien fue ayer por la mañana a abonar la factura por él. ¿Se trata de una simple estrategia de evitar el ‘acoso mediático’ o hay algo más? El eurodiputado de ERC Josep-Maria Terricabras, dijo que Puigdemont se quedará «una temporada» en Bruselas. Seguro que no serán 2 ó 3 días, será algo más», dijo el europarlamentario, que consideró que es un asunto de «seguridad» y que «carece de sentido que se comunique cada día dónde está» a la prensa.

Comentarios
Multimedia Diari