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El presidente destituido Carles Puigdemont ya es fuera de la prisión.
El líder de JxCat ha salido este viernes a mediodía, después de que las autoridades penitenciarias hayan certificado el pago de la fianza de 75.000 euros impuesta por el juez.
Puigdemont ha abandonado el recinto penitenciario de Neumünster después de pasar casi dos semanas.
El presidente destituido fue detenido en Alemania el 25 de marzo, mientras viajaba en coche dirección a Bélgica, donde quería ponerse a disposición de la justicia belga, y ha dormido 12 días a la prisión.
El juez de Schleswig-Holstein decidió jueves al atardecer decretar la libertad bajo fianza y rechazó la extradición por rebelión. Ahora, tendrá que decidir si procede con la petición de extradición por malversación de fondo.
Puigdemont ha hecho una breve declaración a la salida en la que agradecido el trato recibido durante estos días en la cárcel, ha alabado el apoyo institucional que ha recibido de muchos países y ha reiterado que confía con la democracia y ha exigido la libertad inmediata de los presos políticos de las cárceles de España, un hecho que ha calificiado de vergonzoso.
También ha recordado que el problema catalán ya no es un tema interno de España sino es internacional y que afecta a toda Europa.
A la prisión se acercaron también una veintena de simpatizantes y el empresario catalán Josep María Matamala, amigo personal del expresidente de la Generalitat y una de las personas que le acompañaba en el coche con el que entró en territorio alemán el domingo 25 de marzo, cuando fue detenido.
Esta tarde, Puigdemont tiene previsto ofrecer a las 18.00 (16.00 GMT) una rueda de prensa en Neumünster, a donde se dirige también una delegación de diputados de su partido, Junts per Catalunya (JxCat), y de ERC que ha viajado a Alemania.
Llarena no se rinde
El magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena, que investiga la causa del proceso independentista, estudia la posibilidad de plantear una cuestión prejudicial al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) sobre de la orden de detención europea y los procedimientos de entrega entre estados miembros, han informado fuentes del alto tribunal.
Lo hace tras la negativa del tribunal alemán del jueves a ver rebelión en la conducta del expresidente catalán. A este tribunal se acude antes de tomar una decisión judicial, para que el organismo europeo, con sede en Luxemburgo, diga si ésta se adecúa a la normativa europea.
