Sánchez pretende que Rajoy limite el 155 a la convocatoria de elecciones

El Gobierno también quiere una intervención «mínima», aunque confía en que Puigdemont diga que no proclamó la independencia, lo que facilitaría abrir una vía al diálogo

13 octubre 2017 06:54 | Actualizado a 13 octubre 2017 06:58
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Pedro Sánchez está convencido de que Mariano Rajoy no quiere aplicar el artículo 155 de la Constituición para intervenir las competencias de la Generalitat de Catalunya, aunque lo hará si la respuesta de Carles Puigdemont a su requerimiento es que sí declaró la independencia. En ese caso, confía en llegar a un acuerdo con el presidente del Gobierno para limitar la intervención a la convocatoria de elecciones autonómicas. Un planteamiento que suena bien en la Moncloa, donde también se inclinan por una «mínima» injerencia.

El secretario general del PSOE considera que el recurso a ese mecanismo constitucional no puede conducir a una intervención total de la Generalitat, tiene que ser «algo» que sirva para «recuperar y reconstruir el autogobierno». Rajoy, explicó, ya conoce su postura sobre el alcance que debería tener la aplicación del 155 y espera que «lo tenga en cuenta». Fuentes socialistas precisaron que Sánchez se refería a una convocatoria electoral previa disolución del Parlamento catalán. Un paso que Puigdemont se niega a dar aunque ha estado entre los escenarios que han barajado los independentistas en los últimos días.

‘Nadie quiere el 155’

El líder socialista apuntó que «nadie, salvo Rivera y parece que Puigdemont», desea activar ese artículo de la Constitución porque es «una página en blanco» sin instrucciones de uso y de imprevisibles consecuencias políticas y jurídicas. Una reflexión similar a la que hizo esta misma semana la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, quien dijo que el 155 se ha «estudiado muy poco» y su puesta en marcha puede «suponer muchas cosas».

Sánchez considera que unas nuevas elecciones devolverían la normalidad política a Catalunya. Una tesis en la que por una vez coincide con el líder de Ciudadanos, que lleva semanas con su reclamación de activar el 155 para convocar elecciones. Pero esta salida encierra el peligro de que haya un cambio en la correlación de fuerzas en Catalunya pero a favor del independentismo, que puede verse reforzado por la respuesta del Gobierno y que esgrimirá que ante su oferta de «diálogo» la respuesta ha sido la intervención competencial. 

Ambigüedad y diálogo

Por eso el líder de la oposición considera que la mejor solución es que Puigdemont responda al requerimiento de Rajoy que no hubo proclamación de independencia. Sánchez, no obstante, se mostró escéptico y apostó por una contestación «ambigüa». Una confesión de que el pasado martes no hubo una declaración de ruptura con España tendría un alto coste político para el presidente catalán y los líderes independentistas, pero, según Sánchez, «abriría el diálogo» con el Gobierno de Rajoy para desencallar la situación.       

Fuentes del Ejecutivo de Rajoy son de la misma opinión y apuntaron que si el presidente de la Generalitat responde que no hubo declaración de secesión habría «un escenario nuevo y se volvería a la casilla anterior al pleno folclórico del 6 y 7 de septiembre», en el que la Cámara aprobó las leyes del referéndum y de transitoriedad jurídica. Pero a estas alturas, «la pelota está en el tejado de Puigdemont», señalaron.

El Gobierno y los socialistas también exteriorizaron su satisfacción por la inédita sintonía de sus líderes ante el conflicto de Catalunya después de meses de distanciamiento y desconfianza. «Ante una crisis de Estado, dos políticos muy distintos hemos dejado a un lado nuestras discrepancias, hemos hablado mucho», reconoció Sánchez. «El acuerdo con el PSOE traslada una imagen de estabilidad institucional», apostillaron fuertes próximas al presidente del Gobierno. 

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