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Seis personas han perdido la vida en seis accidentes de tráfico ocurridos esta Semana Santa a las carreteras catalanas, hasta la media tarde de este lunes, cuando el 90% de los 557.000 vehículos que abandonaron el área metropolitana de Barcelona desde el fin de semana pasado ya habían vuelto.
El director de la Servei Català de Trànsit (SCT), Juli Gendrau, ha hecho balance de la operación de tráfico de Semana Santa que se salda con seis accidentes mortales en los que han muerto seis personas, mientras que el año pasado se registraron cinco víctimas mortales en cuatro siniestros.
Sobre el tráfico, ha explicado que la mayoría de los conductores han optado para volver a casa esta mañana, cuando ha habido más tráfico y más retenciones, complicadas por algunos accidentes.
En concreto, un accidente múltiple a la AP-7 a la altura de Roda de Berà (Tarragonès) y otro al A-2 a su paso por Esparreguera (Baix Llobregat) han causado retenciones de 20 y de 14 kilómetros, respectivamente.
Juli Gendrau ha subrayado que los controles de los Mossos d'Esquadra han detectado, de manera reiterada, "conducciones temerarias y niveles de alcoholemia por encima de aquello permitido".
"Ahora que viene el buen tiempo, hay que gritar a la responsabilidad y a la conciencia de cada uno", ha reclamado Gendrau, que ha subrayado también la responsabilidad de los conductores de camiones.
El responsable del SCT ha considerado, además, que el uso de coches camuflados para controlar el tráfico ha dado "un resultado positivo, se han detectado muchas conducciones temerarias y velocidades inadecuadas", que es el objetivo de estos vehículos.
