Sónar pone el acento en lo radical, femenino y queer

Festivales. El festival cierra su edición más problemática con 105.000 asistentes de más de 120 países. El nuevo panorama de la música viene liderado por las mujeres y las sonoridades del hemisferio sur

27 julio 2019 12:50 | Actualizado a 27 julio 2019 17:17
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La vanguardia de la música tecno y urbana sacó pecho este fin de semana en Barcelona tras días de incertidumbre. El festival Sónar pasaba su peor crisis a solo dos días de empezar su vigésimo sexta edición, sin embargó consiguió reunir a 46.000 personas en Sónar de Día y 59.000 en Sónar de Noche, 21.000 asistentes menos respecto al año pasado.

«Ha sido una edición especial pero acabamos fortalecidos», destacó el codirector del evento, Ricard Robles durante la rueda de prensa de balance de la edición. El descenso experimentado, según los tres directores del Sónar, se debe a la amenaza de huelga de los montadores de estructuras contratados por Fira Barcelona, que estalló en los días clave de venta de entradas.

Crisis superada y con todo a punto, el festival sirvió al moderneo barcelonés y seguidores del tecno de todo el mundo un lineup relleno de estrellas globales, así como artistas emergentes que suben pisando fuerte. En total, más de 80 estrenos entre sus 140 actuaciones de más de 300 artistas, por vez primera, de los cinco continentes, con discursos con especial acento en lo global, intercultural, femenino, queer y radical. La integración y el romper fronteras de géneros a través de la música fue la tónica del evento.

Sónar reafirmó su apuesta por la diversidad artística y la radicalidad sonora, con una importante presencia de creadores que trabajan en los márgenes geográficos, políticos, estilísticos o de género. En ese sentido, mujeres como Holly Herndon, KÁRYYN, Jlin, Arca, Sevdaliza, Kelly Moran, Ylia, Caterina Barbieri o Virgen Maria tomaron la delantera con discursos artísticos de gran honestidad y calado emocional, compromiso con la experimentación y potencia expresiva.

En un mundo globalizado, el festival mostró la formidable variedad de sonidos procedentes de distintos rincones del planeta, y en ese sentido sobresalieron sonoridades y artistas de la nueva África, como Deena Abdelwahed, DJ Lag, Muqata’a (desde Palestina) o Slikback, así como la música latina como paradigma del éxito de las corrientes urbanas actuales, ejemplificada con Bad Bunny y propuestas originales como Dengue Dengue Dengue o los nacionales Bad Gyal y Dellafuente.

Finalmente, el evento también fue una ventana de debate. Sónar+D conectó a creadores, artistas, emprendedores, inversores y otros agentes de la innovación con el objeto de proyectar y descifrar los grandes desafíos de la actualidad, tales como la inteligencia artificial, la realidad virtual o aumentada, el nuevo Internet, el big data y la creación digital. La gran acogida de talleres y masterclases confirman la dimensión de Sonar+D como un espacio inspiracional al que los asistentes llegan para aprender y compartir.

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