Una campaña sin esteladas

Las banderas esteladas han pasado a la historia. Como mínimo, durante esta (anormal) campaña electoral. Y es que en el acto central de Esquerra sólo se vio una tímida bandera en un Teatre Tarragona que se llenó precisamente hasta la bandera para dar la bienvenida al exconseller Carles Mundó a las comarcas tarraconenses tras su reciente salida de la cárcel. 

En cambio,  la insólita decisión de la Junta Electoral de prohibir el color amarillo -por la solidaridad con los consellers encarcelados y los presidentes de Òmnium y la ANC- ha logrado instaurar el Yellow Power en todos los mítines soberanistas. Pañuelos, camisetas y todo tipo de material de este color se pudo ver ayer durante el acto de Esquerra, que se alargó por espacio de 90 minutos.

El portavoz de ERC en el Ayuntamiento de Tarragona, Pau Ricomà, lució un jersey amarillo, mientras que la también concejal tarraconense Mònica Alabart iba con una chaqueta que también seguía esta moda, impulsada gracias a las decisión del órgano judicial. Decenas de personas llevaban, orgullosas, prendas similares 

El amarillo también estuvo presente en la camiseta que los periodistas que siguen la campaña republicana regalaron ayer a la secretaria general, Marta Rovira, quien ayer se subió al autobús de campaña. La camiseta que regalaron a Rovira tenía el lema de «imposible», en referencia al mensaje que está lanzando estos días el partido en referencia a los retos que, aseguran, se han superado en los últimos tiempos y que no parecían posible, como son el cierre de la cárcel de La Model, la reparación de los juicios franquistas, la votación del pasado 1 de octubre «o el equilibrio de las finanzas de la Generalitat». 

«Ésta es la lista unitaria»
En contraposición con la Llista del President, ayer ERC se erigió como la «auténtica lista unitaria» según palabras del líder de Demòcrates, Toni Castellà. El número 15 de la lista recordó que su formación viene de la antigua Unió Democràtica, pero que hace tiempo «decidimos dejar la política del Palace y de la puta i la Ramoneta». Castellà se mostró contundente, al señalar que «el nacionalismo y el populismo español son la amenaza más grande a la Unión Europea desde la segunda Guerra Mundial».

 Quien tampoco se mordió la lengua fue Ernest Maragall, que fue conseller de Educació con el PSC. Ayer, el hermano del President Pasqual criticó duramente a su expartido, al que acusó de «apropiación indebida» tanto de «las siglas como de la historia y de las ideas del socialismo catalán». Maragall fue el ejemplo más claro del optimismo y de las ganas de batalla que tiene ERC para lograr los mejores resultados de su historia.