La nueva calle Carles Buïgas de Salou: más gente, más seguridad y más caja

«Estamos mucho mejor. La peatonalización ha favorecido que el movimiento sea mayor y que la gente pasee. Este año, la Semana Santa ha sido buenísima», apuntan desde el restaurante Captain Jack, en la calle Carles Buïgas de Salou.

La opinión es similar en la sala de juegos Central Games: «La gente llega ahora hasta arriba, va caminando y se anima a entrar. Viene un turismo amable, familiar. Parece que está siendo muy positivo que no haya coches. Y, además, notamos más presencia policial».

Se cumple un mes desde que se inauguró la transformación de esta emblemática vía en zona de peatones y los negocios perciben más afluencia, más seguridad y más dinero en la caja. Antes de las obras, que costaron 5,6 millones y se alargaron más de un año, por la calle pasaban 200 buses al día más vehículos particulares. Ahora, la calle es de plataforma única, con 16 medallones artísticos que narran la historia de Salou y luces de colores.

Lo explica el alcalde, Pere Granados: «Tras la primera fase de la peatonalización, sabíamos que la segunda sería un éxito. Este era un espacio transitado por buses y vehículos, poco adaptado para pasear. Se ha mejorado la calidad de vida y el bienestar de vecinos y visitantes. Y también gana el comercio. La calle se ha dedicado a fomentar nuestro patrimonio histórico y cultural. Hemos instalado jardineras de la cerámica modernista de Salou. Se puede andar con tranquilidad y disfrutar de las tiendas, la restauración y las cafeterías».

«Es una de las mejores políticas que puede hacer una administración: recuperar espacio de los vehículos para las personas», añade Granados.

«Sí es verdad que hay algo más de clientela», señalan desde el establecimiento S.S. Sports. Y en el restaurante Metropolitan recuerdan que, antes, Carles Buïgas era «carretera» y «lo más importante» es que ya «no haya coches». Las cámaras de videovigilancia que cubren todo el tramo son determinantes: «Surgían problemas de drogas y de otras cosas y esto disuade».

Tim Buck Tattoo cogió su local en esta calle cuando aún estaba levantada porque «es buena, es un punto de paso» y había que asegurar sitio. «El entorno ha quedado muy bien, es muy bonito y se nota espacioso. La gente pasea, la decoración acompaña y los locales se ven mucho», expresan desde el negocio. ¿Alguna sugerencia de mejora? «Podrían ofrecer pintura a los jóvenes y organizar un concurso para pintar diseños vinculados a Salou», añaden. En la heladería Didy’s Gelati son cautos: «La calle tiene buen aspecto, pero hay que esperar a que avance la temporada».

En cambio, para los supermercados, la peatonalización es un problema: «La gente no puede venir con el coche a cargar y quienes pasean compran menos», indican desde Coaliment y Supermarket.