Torredembarra lleva a la Fiscalía la extracción de arena de la playa prevista para el 9 de junio
La intervención contempla el trasvase de 14.692 m³ de arena hacia la playa de Altafulla, pero tiene un informe técnico desfavorable por parte de los servicios técnicos municipales

La playa ya tiene nidos de una especie de ave protegida.
El Ayuntamiento de Torredembarra se opone frontalmente al trasvase de arena previsto en la playa de la Paella el próximo 9 de junio por parte del Port de Torredembarra, una actuación que cuenta con la autorización de la Dirección General de Políticas de Montaña y del Litoral del Departament de Territori de la Generalitat, y con informe favorable del Servicio Provincial de Costas en Tarragona del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
La intervención contempla el trasvase de 14.692 m³ de arena hacia la playa de Altafulla, pero tiene un informe técnico desfavorable por parte de los servicios técnicos municipales de Torredembarra, que ya ha sido trasladado a todas las administraciones implicadas y a la Fiscalía de Medio Ambiente, ante las posibles afectaciones al chorlitejo patinegro, una especie protegida.
Uno de los motivos más graves de la oposición al proyecto es su impacto directo sobre el chorlitejo patinegro, que actualmente está nidificando en el sistema dunar de la playa de la Paella.

Imagen aérea de la playa de La Paella con el dron de la Policía Local de Torredembarra.
El pasado lunes, 3 de junio, una inspección municipal confirmó la presencia de nidos con crías, las cuales necesitarán al menos tres semanas más para alcanzar su autonomía.
Cualquier actuación con maquinaria pesada en la zona podría provocar la destrucción de nidos, la pérdida de hábitat y graves alteraciones ambientales.
Por este motivo, el Ayuntamiento ha remitido el informe técnico a la Fiscalía de Medio Ambiente, advirtiendo que la ejecución del proyecto tal como ha sido aprobado podría suponer posibles delitos contra el medio ambiente (artículo 334 del Código Penal), prevaricación administrativa (artículo 404) y responsabilidad civil (artículo 116).
El alcalde de Torredembarra, Vale Pino, ha declarado: «Tenemos la obligación legal y moral de proteger la biodiversidad de nuestro entorno. Si esta actuación llega a ejecutarse, se podrían vulnerar gravemente las normativas de protección de fauna, con consecuencias penales. Lo denunciamos ahora para evitar daños irreparables.»
El informe municipal también alerta de los riesgos de realizar la extracción de arena en plena temporada de baño (que en Torredembarra comienza el 1 de junio), ya que entra en conflicto directo con el Plan de Usos de la playa.
La actuación afectaría gravemente a actividades e instalaciones como el alquiler de embarcaciones, chiringuitos, toldos, canales náuticos, instalaciones deportivas, servicios sanitarios públicos y torres de vigilancia, muchas de las cuales ya están instaladas o en proceso de instalación. Además, la presencia de maquinaria pesada y el tráfico de camiones en la playa pone en peligro la seguridad de los bañistas.
El alcalde, Vale Pino, ha sido tajante: «No permitiremos que se dañe nuestra playa con actuaciones que no responden a criterios técnicos rigurosos ni a una visión de preservación del litoral. Esta extracción de arena es un despropósito, no solo ambientalmente, sino también desde el punto de vista de la seguridad ciudadana y de la afectación directa a la actividad turística y a los servicios en funcionamiento.»
Un proyecto inadecuado
El pasado 25 de abril de 2024, el Ayuntamiento ya emitió un informe técnico desfavorable al proyecto presentado, proponiendo como alternativa una actuación más eficiente y sostenible basada en el dragado de la parte sumergida del litoral de levante.
Esta opción, avalada por criterios ambientales y de dinámica costera, permitiría reducir la anchura de la playa de forma menos agresiva y sin alterar el equilibrio ecológico ni las instalaciones de temporada autorizadas.
En este sentido, cabe recordar los efectos negativos aún no resueltos de la extracción de arena realizada el año pasado, que generó una depresión de 13.000 m² en la playa, la cual se inunda cada vez que llueve o hay temporal marítimo, impidiendo el uso de pasarelas, puntos de salvamento o chiringuitos, y requiriendo recursos extraordinarios para restablecer la normalidad.
Este precedente pone de manifiesto la ineficacia y el impacto negativo de intervenciones mal planificadas como la que ahora se pretende repetir.
Coordinación inexistente
A pesar de que la resolución de autorización del trasvase de arena establece la obligación de coordinación con el Ayuntamiento de Torredembarra, dicha coordinación no se ha producido de forma efectiva. Además, el proyecto no contempla el desmontaje ni la reubicación de las instalaciones de temporada, un requisito imprescindible para su ejecución legal y segura, según el Plan de Usos vigente