Inicio oficial de la temporada de verano
PortAventura celebra su 30º aniversario con noche de parque, música generacional y drones
Fiesta familiar, tecnología y nostalgia: así fue el evento que celebró los 30 años del parque y marcó el inicio oficial de la temporada de verano

Vista panorámica del espectáculo nocturno de drones.
Las colas frente a los accesos lo dejaban claro: la fiesta prometía. A pesar del carácter exclusivo del evento, la convocatoria para celebrar el 30º aniversario de PortAventura atrajo a una multitud de familias con ganas de parque, música y magia nocturna.

Carrusel iluminado el viernes 20 a la noche en la fiesta exclusiva para celebrar 30 años de PortAventura.
El ambiente, eso sí, fue familiar en todo momento. De esos que invitan a pasear sin prisa, a mirar las luces con ojos de niño, a subir una y otra vez a la atracción favorita. Volvía al parque tras un tiempo, pero esta vez con una compañía especial: el torbellino de tres años que ahora nos acompaña allá donde vamos. Así que, cuando digo sin prisa, quizá no sea exactamente así. Y no venía solo. Éramos un grupo con cinco torbellinos más —esos que no se cansan ni cuando los adultos ya estamos medio KO— y sus familias. Una pequeña expedición dispuesta a vivir la noche con intensidad.
Muchos conocen ya al dedillo cada rincón de SésamoAventura, pero recorrerlo de noche tiene otro sabor. Todo se ve distinto, más tranquilo, casi íntimo. Subimos a varias atracciones sin demasiada espera y disfrutamos de ese lado más sereno del parque.

Vista panorámica del espectáculo de drones.
En medio de tanto ambiente familiar, también se dejaban ver algunos rostros conocidos para quienes siguen de cerca la vida del parque que compartieron momentos con el público. Y, cómo no, creadores de contenido especializados en PortAventura —como el perfil @discoveryline o @mundomupi—, móviles y cámaras en mano, capturando cada momento con entusiasmo contagioso. Publicaciones, vídeos, reels… PortAventura no solo se vive, también se comparte, y esta comunidad digital se ha convertido en una extensión natural del universo del parque.
Después de tanta actividad, tocaba música. Y no cualquiera: de repente empiezan a sonar himnos generacionales como los de Sonia y Selena o aquel mítico “Fly on the wings of love” que nos arrancaron sonrisas cómplices. Qué importante es, a veces, volver a esas canciones que nos marcaron.

Imagen del espectáculo de drones.
El hambre ya empezaba a apretar y el reloj no perdonaba. Pero justo entonces, el cielo se encendió. Comenzaba la espectacular exhibición de drones y novedad de FiestAventura para esta temporada de verano: más de 300 luces formando figuras en el aire —rostros humanos, cowboys, símbolos del parque— con una precisión milimétrica. Un despliegue visual hipnótico que culminó con un clásico: fuegos artificiales por todo lo alto.
A las doce, con los niños algo vencidos por el sueño pero todavía con la emoción a flor de piel, emprendimos el camino de regreso. Las luces seguían encendidas, pero la fiesta llegaba a su fin. Y nos íbamos con la sensación de haber vivido algo especial, compartido y lleno de ese tipo de recuerdos que se quedan.