27a Fira d'Artesans d'Altafulla
Llega la Fira d'Artesans: Altafulla hecha 100% a mano
Del 14 al 17 de agosto, el municipio es, una vez más, escenario de uno de los momentos más esperados del verano. Hay puestos de cuero, cerámica, cianotipia, resina, acuarelas y mucho más en el Parc del Comunidor y la Zona de les Eres

La cita ha quedado inaugurada este 14 de agosto y las paradas han recibido ya a los primeros visitantes.
Altafulla vuelve a acoger a los manitas más auténticos del 14 al 17 de agosto en la 27a Fira d'Artesans. En el Parc del Comunidor y la Zona de les Eres parece que han crecido puestos de todo tipo: cuero, cerámica, cianotipia, resina, acuarelas. En total cerca de 142 paradetes lucirán estos días sus mejores objetos hechos a mano para mostrarlos a los curiosos que llegan y llegarán sin parar desde las 18 hasta la 1 h.
Aunque con el mismo encanto de siempre, este año en la cita se han incluido algunas particularidades. El Parc del Comunidor, que antes estaba destinado casi exclusivamente a atracciones para los más pequeños, ahora aloja también diversos puestos de artesanos, casi todos ellos recién estrenados en la feria. Los más veteranos se sitúan en la Zona de les Eres. Además hay varios puestos de comida, un pequeño escenario, pintacaras y tatuadores de henna. En el centro, hijos, padres y abuelos compiten en los juegos de mesa.
La Fira d'Artesans, organizada por el Ayuntamiento de Altafulla, es muy conocida entre los que frecuentan este tipo de actividades. Destaca por ser de las pocas que se aseguran de que los feriantes son 100% artesanos. Es decir, que los participantes hacen sus objetos de cero, a mano. Por eso, entre los artesanos, se suelen recomendar esta feria.
Neus es una de las feriantes que viene por recomendación. Desde Ripoll, ha llegado con sus pergaminos hechos con piel de cabra u oveja que duran hasta 2.000 años. Es una apasionada de la historia que ha abierto el Taller de Lis para dar vida al modo de escritura que no se estropea y que, asegura, que incluso el Vaticano todavía utiliza.
Abraham lleva catorce años yendo de feria en feria y asegura que el valor de la de Altafulla destaca sobre las demás. «Hay mucha artesanía. Y conozco muchos feriantes que también dicen que está muy bien». Este año ha decidido probar suerte con sus instrumentos hechos a partir de bombonas de gas: el tamdrum.
Por otro lado, están los que, desde que llegaron, no han abandonado la Fira d'Artesania. Marta Griful lleva ya 25 años participando en ella y asegura que hay algunos más veteranos. De pequeña veraneaba en Altafulla y siempre le ha tenido un cariño especial. Por eso, no falta ningún agosto con sus azuladas acuarelas de pequeños rincones del pueblo. «Es especial, el ambiente que se genera... Todo».
El Ayuntamiento de Altafulla ha apostado por diversificar las artesanías que se ofrecen. Tejidos, pinturas, cerámica, lámparas de resina, joyas de alambre y porcelana, piñatas reutilizables, cuencos de calabaza, plantas de aire... Estos días la sorpresa está asegurada en el Parc del Comunidor y la Zona de les Eres de Altafulla.