Nombres perdidos
Rosalia, Camí y Roca, defensoras de los nombres de las patronas
Ya no está de moda poner los nombres de las patronas, sin embargo, estas mujeres celebran el suyo

Maria del Camí Capafons y Rosalia Rovira
Hace más de 30 años, un grupo de mujeres de Mont-Roig llamadas como su patrona, María de la Roca (o Roca), decidieron celebrar juntas su santo. Fueron a recoger piedras rojas a la ermita de su Mare de Déu, las envolvieron en celofán y se las regalaron entre ellas. Desde entonces, cada 8 de septiembre la reunión se repetía, incluso la formalizaron en una asociación: Associació de les Maria de la Roca. Pero como su nombre es tan poco común y muchas han dejado el pueblo, hoy la asociación se está disolviendo. Porque ya no está de moda poner los nombres de las patronas. Sin embargo, en muchos municipios de Tarragona hay mujeres que no solo todavía los llevan, sino que también, como las Roca, lo celebran. Estas son algunas de ellas.
Rosalia Rovira tiene 69 años y sus padres decidieron llamarla como la patrona de su pueblo, Torredembarra, «¡Así lo celebramos con la fiesta mayor!», recuerda que decían. El nombre de la santa combina los términos rosa y lirio, después de que, según cuenta la leyenda, una figura misteriosa que se apareció a sus padres la llamara una rosa sin espinas.
Todos los 6 de octubre, día en que nació la santa, Rovira se reúne con las demás Rosalias de Torredembarra. Se trata de un encuentro que se celebra desde 1997, iniciado por el alcalde Santiago Segalà, para revitalizar el nombre. Ese año se entregó una medalla de plata a todas las mujeres que se llamaran como la patrona. La recibieron 90 Rosalias. Además, se aprobó en el Pleno que se otorgaría una medalla dorada a las siguientes niñas y mujeres que se llamaran así. Rovira tiene la plateada, estuvo en ese primer encuentro y ahora forma parte del equipo que los organiza. «Celebramos una jornada de amistad».

Encuentro de las Rosalias de Torredembarra en 2023
Hoy hay 45 Rosalias empadronadas, la más veterana del 1933 y la más joven del 2009. Solo cuatro han recibido la medalla de oro. «Antes los nombres estaban más ligados a la familia, al pueblo, a la religión, que estaba más presente», opina Rovira. En el caso del nombre de su patrona, dice que «es un rasgo de identidad de nuestro pueblo, de nuestra fiesta mayor y nuestra tradición. Si desapareciera, se habría perdido una tradición»
En Cambrils, las llamadas como la patrona también tienen su encuentro anual. Todas las Camins o María del Camí reciben una invitación de parte del ayuntamiento citándolas en la Torre del Llimó el 8 de septiembre, donde se les entrega un pequeño detalle y un ramo de flores. «Algunas se han ido de Cambrils, pero cuando reciben la invitación, vienen», cuenta María del Camí Capafons.
Capafons tiene 64 años y llegó al mundo gracias al auxilio que le prestó la Virgen del Camí a su madre. «Fue un parto muy largo y mis padres dijeron que si todo salía bien, me llamarían como la patrona», cuenta. Recuerda que en su escuela había muchas niñas con su mismo nombre, sobre todo en cursos inferiores. Ahora son 45 Camins empadronadas en Cambrils y en los últimos 25 años solo ocho niñas han recibido este nombre. «Antes había más devoción, más fe. Ahora se demuestra de otra manera, forma parte de la evolución», dice María del Camí. «Pero siempre hay gente que sigue las tradiciones, muchos jóvenes también».

Reunión de las Maria del Camí o Camí en Cambrils, 2024
Capafons le debe la vida a la Virgen que le dio el nombre, y no solo por el día en que nació. Cuando era adolescente, sufrió un accidente muy grave. Un día de lluvia, mientras ella regresaba a casa después del colegio, una furgoneta le atropelló. María del Camí cayó en la acera y quedó inconsciente. Perdió mucha sangre y, ya en el hospital, llegaron a pensar que se moría. Por suerte, el accidente pasó justo delante de la Ermita de la Mare de Déu del Camí.
Otro nombre de patrona en peligro de extinción es el ya nombrado María de la Roca, señora de Mont-Roig del Camp. Pero «cada vez somos menos, entre las mujeres de 65 y 70 años es donde hay más Rocas», cuenta Roca Mallafré. Tiene 32 años y lleva el mismo nombre que su madre, aunque se lo pusieron por decisión de su padre. «Aquí hay mucha devoción, seas creyente o no». Y aunque admite que nunca ha sido un nombre muy puesto en Mont-Roig, «para nosotros es un nombre de toda la vida, con mucho sentido».
Desde que era pequeña, Roca Mallafré asistía con su madre a casa de otra Roca, donde esperaban las demás. Pasaban el rato juntas, compraban un detalle para cada una y lo personalizaban ellas mismas. El 8 de septiembre, después de celebrar misa en la ermita, se regalaban esos obsequios. «Era una manera de crear comunidad», recuerda. Fueron unas reuniones que comenzaron en 1992 de modo improvisado y al final cuajaron en la tradición de Mont-Roig. Pero dado que se está disolviendo la asociación que formalizaba esos encuentros, no parece que la costumbre vaya a durar mucho tiempo.

Encuentro de las Maria de la Roca en Mont-Roig, 2024
Hay quien piensa que todo vuelve, siempre se ha dicho que la moda es cíclica. Se perdió el uso de los pantalones campana, de la falda larga, de los vestidos lenceros, de las gafas de montura gruesa y ahora la ropa de nuestros padres y abuelos vuelve a lucirse por las calles. Por lo tanto, la pérdida de los nombres de las patronas podría no ser definitiva. Pero, sea como sea, por ahora Ona, Martina y Mia encabezan las listas de los nombres más comunes de Cataluña, mientras que Rosalía, Roca y Camí ni siquiera aparecen.
Roca Mallafré tiene una expresión propia: nombres de Instagram. «Todos queremos ser modernos y al final, por ser modernos, acabamos siendo iguales». Porque ahora está de moda poner nombres originales y únicos que resultan ser los mismos nombres originales y únicos que los de la mayoría. Pero quizás sea la misma moda, la moda vintage, la que rescate los antiguos nombres como Roca, Camí y Rosalia.