Paradistas del mercadillo de Salou piden afinar el protocolo por lluvias: «Perdemos días de trabajo»

Vendedores del mercado ambulante de Salou, que se despliega todos los lunes, piden afinar el protocolo de actuación cuando se prevén lluvias intensas en el municipio. Lamentan que este 13 de octubre, coincidiendo con los avisos por temporal violento, no pudieron montar sus paradas «mientras que el resto de negocios seguían abiertos y los colegios funcionaban con normalidad». «Ni siquiera llovió», exponen, y detallan que «hace tres semanas, ocurrió lo mismo».

El colectivo paga la tasa de ocupación de vía pública aunque no se ponga y pide al Ayuntamiento que, dentro de lo posible, haga un esfuerzo para devolver el importe de estas dos jornadas en las que los marchantes no han trabajado, con las pérdidas que eso comporta. El precio que se abona por una parada, por ejemplo, de 10 metros ronda los 50 euros. El caso es uno más en del debate abierto tras la dana de Valencia: ¿Hay exceso de cautela o es mejor tomar precauciones de más?

Un grupo de paradistas del mercadillo ha registrado una queja en el Ayuntamiento de Salou y ha puesto en marcha una recogida de firmas para recopilar apoyos y sacar adelante ajustes en este protocolo. «Hace tres semanas, había una alerta y, cuando nos lo comunicaron, no nos negamos en absoluto, nos fuimos a casa. Muchos ya estábamos montados y desarmamos las paradas. Y este lunes ya no nos dio tiempo a montar», indica uno de los vendedores, que destaca que «la intención no es ir contra nadie, sino solamente que las cosas funcionen bien para todo el mundo».

Se da la circunstancia de que estos dos días en que la amenaza de lluvia ha dejado a Salou sin mercadillo han se han sucedido durante los últimos coletazos de la temporada alta. «Aún hay mucha gente que viene y es importante aprovechar este tramo porque, después, el invierno en Salou es muy duro», indican los marchantes. «Si esto ocurre en enero, entendemos que se curen en salud, pero en esta época hay que ser cuidadoso con desmontar y hay ciudades alrededor que no lo hacen», opinan.