El pasado martes 15 de noviembre, la Policía Local de Torredembarra recibía una llamada de una persona que explicaba haber visto un robo violento en el paseo Miramar (antigua N-340) poco antes de las 21 horas. El testigo informaba de que habían golpeado a un hombre, de apariencia árabe, enfrente de un supermercado y le habrían quitado una bolsa.
La patrulla de la Policía Local se acercó hasta el lugar de los hechos y se encontró allí a un hombre, de 39 años de edad y de nacionalidad marroquí, que confirmó la llamada del testigo. Explicó que tres jóvenes de la misma nacionalidad le habrían golpeado y posiblemente insultado antes de quitarle la bolsa que llevaba, su pasaporte y arrancado una cruz que tenía en el cuello.
Los agentes rellenaron el informe y le pidieron que presentara denuncia. La víctima, que vive de okupa en el mismo paseo Miramar dijo a los agentes que acudiría al día siguiente a formalizar el documento, pero nunca más se presentó. Por tanto, la investigación policial se centra en un robo violento con tres sospechosos.
Sin embargo, personas que conocen a la víctima aseguran que el robo tenía un trasfondo de odio o como mínimo de carácter religioso. Las mismas fuentes señalan que el hombre, a pesar de su nacionalidad, se habría pasado al cristianismo y el día que recibió la paliza salía de una iglesia, concretamente de escuchar el oficio religioso.
Antes de golpearle, arrancarle la cruz según parece recibió abucheos por este cambio de religión, y aunque él intentó hacer oídos sordos y esperar a que los otros se cansaran y no le siguieran, no lo consiguió.
Precisamente, y ante el temor de que pueda volver a ser víctima de una agresión, la víctima ha decidido no denunciar los hechos y explicar con más precision el motivo del robo, de escaso valor económico.