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Como decía el bolero del mexicano Roberto Cantoral, «Reloj no marques las horas». El reloj del campanario de la iglesia de El Vendrell las marca, pero las letras que forman las cifras romanas han comenzado a desprenderse desde hace un mes.
La caída de las letras se detectó a mediados de julio y aunque desde algunas fuentes apuntan que podría ser causa de las tracas y cohetes en la iglesia durante la fiesta mayor, los organizadores de los actos lo descartan y señalan que algunos elementos ya se habían desprendido antes de las fiestas.
Además de la caída de letras también se ha detectado que la esfera de vidrio está resquebrajada. Especialistas en este tipo de relojes intentarán determinar las causas que han provocado la situación, aunque como explica el alcalde Martí Carnicer, para el reloj del campanario hay prevista una intervención de calado.
El reloj de la torre de la iglesia se colocó en 1885 aunque el contrato para la compra es del 27 de abril de 1884. No es el que primero tuvo la torre. El anterior era de 1605 y se substituyó por el actual.
El mecanismo del reloj y la electrificación de las campanas para los toques litúrgicos se revisan periódicamente.
La caída de las horas no causó daños y las diferentes letras se han podido recuperar ya que quedaron retenidas en el pequeño balcón que hay debajo del reloj.
