Alertan de trampas para ciclistas en pistas forestales de El Vendrell

Jordi Esteban topó cont un alambre entre dos árboles cuando corría por un camino junto a Sant Vicenç de Calders

19 mayo 2017 19:50 | Actualizado a 21 mayo 2017 21:22
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Hace una semana Jordi Esteban, de El Vendrell salió a correr por un camino forestal de la zona de Serra Pedragrossa, junto al núcleo de Sant Vicenç de Calders. Tras girar en un recodo del camino e iniciar un fuerte descenso notó que algo le impactaba en la frente. El golpe y el susto le hicieron caer.

«Al levantarme vi que me había golpeado con un cable atado entre dos árboles y que cruzaba el camino». Esteban retiró el alambre. «Son muchas las personas que practican deporte por este camino. Corriendo o en bicicleta». Por esa pista pasan muchas personas «y otro accidente era seguro».

 

Aviso a Forestals

La acción premeditada de un descerebrado colocando un cable en un camino ha levantado preocupación entre quienes acuden a la zona a correr o en bicicleta. «Con otra altura y a más velocidad ese cable puede degollar a alguien», señala Jordi Esteban, que avisó a los Forestals de la situación.

El deportista considera que quien colocó el alambre entre dos árboles tenía el único objetivo de hacer daño. En la zona no hay fincas agrícolas ni caminos privados en los que el paso de deportistas pudiese molestar a alguien. Gran parte del área está protegida por la presencia de una pareja de águilas cuabarradas.

El suceso con el deportista de El Vendrell se extendió por las redes sociales. Otro ciclista explicó a Jordi Esteban que días antes sufrió una situación similar en la zona del Fondo del Mata. Tampoco en este caso hubo heridos de gravedad, pero estos hechos han servido para alertar a quienes practican deporte por zonas boscosas.

La dificultad de Policía Local y forestales para vigilar obliga a que los deportistas extremen la precaución. Esteban teme que con el eco que han generado los dos accidentes «quien colocó el alambre esté unos días quieto, pero que vuelva cuando la situación se tranquilice. Y un día habrá un accidente grave».

Le sucede al propio Esteban que ahora cuando sale a correr o en bicicleta va con toda la prudencia. «Pero es muy difícil. Un loco puede colocar una trampa en cualquier sitio. Donde yo sufrí el incidente sólo se explica porque alguien ha ido expresamente a querer hacer daño».

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