Altafulla plantea construir 42 viviendas públicas en Safranars Nord

El Ayuntamiento retoma las licencias urbanísticas en la zona, un año después de suspenderlas temporalmente

26 agosto 2020 18:00 | Actualizado a 28 agosto 2020 10:29
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En el pleno del 26 de agosto de 2019, el Ayuntamiento de Altafulla comunicó la suspensión temporal de las licencias urbanísticas en la zona de los Safranars Nord porque veían desactualizado el planteamiento inicial, aprobado en 2004. La paralización pretendía adaptarlo a las necesidades y a la demanda actuales de viviendas y resolver así algunos conflictos urbanísticos que surgían de dependencias estructurales entre sectores.

Tiene tres sectores, uno tocando al Mercadona, el central y el que se concentra encima de la colina. El central y el de la colina eran los que más dependencias estructurales (entre ellos) tenían, y era difícil la construcción de urbanizaciones en la zona (causa principal de la suspensión).

El nuevo planteamiento une el sector central y la colina en un solo sector, resolviendo de manera más harmoniosa los conflictivos viales que comportaba la separación de sectores y permitiendo agrupar y reordenar en sintonía la tipología de viviendas..

Otro de los aspectos del nuevo planteamiento es la transición, más amable e integrada en el espacio, del límite del municipio gracias a una zona verde que abarcará todo el paralelo en forma de paseo. En la colina también se prevé la construcción de una zona verde motivada por la preservación de muros de piedra seca (testimonio de los cultivos anteriores) y diferentes elementos, como ánforas, del siglo II y así preservar el patrimonio cultural de la zona.

Por lo que a las viviendas supone, uno de los cuatro objetivos que con el informe de los técnicos motivó el cambio en el plan era la tipología de vivienda, intentando evitar los chalets y apostando por casas unifamiliares con espacios libres, como terrazas.

El gran cambio se encuentra en las viviendas de protección oficial, donde se pasa de 5.000 m2 de viviendas protegidas de unos 200 m2, que argumentan está desfasado por la realidad y demanda del municipio, a unas 42 viviendas públicas de unos 110 m2. «Se podrían hacer más pequeñas, pero vemos conveniente favorecer la medida ante la cantidad», asegura Àlex Cañas, concejal de Viviendas de Altafulla.

Mayor oferta

Otro de los puntos a favor del nuevo planteamiento es el aumento en la oferta de viviendas. «Con el plan anterior la oferta era escasa para las dimensiones del terreno», añade Àlex.

A nivel de dirección de la obra, la titularidad pasa a ser del Ayuntamiento, dejando así de depender de los privados y agilizando los plazos. La idea es organizar los viales que darán acceso a las viviendas y equipamientos, y las viviendas en sí dependerán de los privados.

Con esto pretenden no repetir situaciones como la de la Cabana que, por razones ajenas al Ayuntamiento, está inacabada justamente por depender de los privados. «Con este nombre de viviendas pretendemos dar respuesta a la demanda que hay en Altafulla», aseguran Alba Muntadas, co-alcaldesa y concejala de Urbanismo, y el propio Àlex Cañas.

El plan será aprobado con casi total seguridad en el pleno de hoy a las 10 h . Luego quedará a exposición pública a la espera de posibles alegaciones. Contando plazos, el Ayuntamiento prevé empezar las construcciones el 2022.

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