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Los padres de alumnos del colegio Vilamar de Calafell habían alertado de que el centro empezaría de manera muy precaria en espacios para aulas, escaso profesorado, exceso de escolares por clase, saturación en el comedor y falta de patio para garantizar la necesaria distancia de seguridad.
En las últimas semanas y días se ha acelerado la instalación de un barracón que inicialmente iba a ser para comedor, pero finalmente se adaptará para acoger dos aulas. El comedor seguirá en su sitio, lo que levanta quejas porque puede haber exceso de alumnos por muchos turnos que se hagan.
Como ya adelantó el Diari, el barracón de nuevas aulas difícilmente estaría utilizable este lunes, por ello los alumnos seguirán clases en un equipamiento municipal.
Ayuda
El pasado mayo el alcalde Ramon Ferré decía al conseller de Educación de la Generalitat que el municipio no disponía de espacios para destinarlos a aulas. Bargalló pidió a los municipios que pusiesen a disposición equipamientos para poder desdoblar clases.
Pero ahora al menos para tres días el consistorio ha habilitado para los alumnos de quinto y sexto de primaria del colegio Vilamar zonas en la escuela de adultos de Cal Bolavà. Las obras del barracón están acabadas pero todavía deben certificarse por los técnicos antes de poder usarlas.
Los padres de alumnos de quinto y sexto deberán llevar a sus hijos a la escuela de adultos de Cal Bolavà de manera escalonada según unos horarios que ya les han dado a conocer. El bus escolar alargará recorrido para llegar al equipamiento municipal.
Sin embargo el centro necesita de más espacios. Está pendiente la instalación de otro barracón para gimnasio y la construcción de una cocina, además de determinar cómo quedará finalmente el comedor. Esos módulos van a restar más espacio de patio para el descanso.
