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El coche, un Mercedes R320 estaba aparcado en una plaza de minusválidos de la calle Pisa, a pocos metros de la puerta de la Escola Guillem Fortuny. Era la hora de entrar al colegio. Los agentes que estaban regulando tráfico y la llegada de alumnos pidieron a la central información del vehículo deportivo y la respuesta fue que el conductor tenía pendiente hacer el curso de sensibilización y reeducación viaria.
Los agentes pidieron el permiso de conducir al titular del Mercedes con el objetivo de denunciarlo administrativamente. El afectado le sentó mal y empezó a insultar gravemente a los agentes desde el asiento. Luego, se bajó del vehículo y siguió con el enfado y los insultos a los agentes mientras tramitaban la denuncia administrativa.
A pesar de intentar calmarlo y zanjar el asunto, el conductor mantuvo su actitud crispada con los agentes desoyendo las recomendaciones de estacionar el coche fuera de la zona de minusválidos y esperar al fin del redactado de la denuncia para marcharse.
La situación tensa continuó un rato más. El conductor se negó a retirar el coche de la plaza y los agentes llamaron a la grúa. Mientras ésta llegaba, el hombre se subió al Mercedes y lo estacionó en una plaza correcta de la calle Pisa, pero siguió insultando a los agentes marchándose a pie del lugar.
La patrulla decidió denunciar al conductor por un delito de desobediencia a la autoridad y se llevó la documentación del coche y su DNI a comisaría de la Policía Local a la espera de que volviera para recogerlo, junto a la denuncia por desobediencia y la denuncia administrativa por no haber realizado el curso de reeducación.
