La compraventa de los terrenos de Hard Rock se retrasa al menos un año

El Govern aplaza la operación hasta que no se modifique y apruebe el planeamiento urbanístico anulado por el TSJC 

15 diciembre 2020 13:16 | Actualizado a 17 diciembre 2020 09:11
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La compraventa de los terrenos del Centre Recreatiu i Turístic de Vila-seca y Salou, donde está previsto que se construya el proyecto Hard Rock, se retrasará al menos hasta dentro de un año. Ése es el plazo que el Govern de Catalunya calcula que tardará en modificar, tramitar y aprobar el nuevo planeamiento urbanístico de las zonas verdes, espacios libres y de equipamientos al que le obliga una sentencia del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya, al entender que los terrenos se hallan en una zona de riesgo químico.

Superado ese obstáculo el Govern y la multinacional norteamericana tendrán dos meses más para cerrar definitivamente la transacción.

Este martes vencía el plazo inicialmente estipulado entre ambas partes  -es la tercera vez que se prorroga a petición de la empresa- y ahora se abre este otro escenario. Cuando el plan esté aprobado el Incasòl comprará los terrenos a Criteria La Caixa por 120 millones de euros y después los venderá de forma «inmediata» a Hard Rock, según el ejecutivo.

Seguro por las expropiaciones

También este martes trascendía que la operación de compraventa quedará igualmente condicionada a que la multinacional norteamericana suscriba una póliza de seguro que cubra la eventual riesgo derivado de las solicitudes de retasación de las fincas que se expropiaron en su día con motivo de la construcción de PortAventura. Los antiguos propietarios interpusieron un contencioso ante el nuevo uso que se quiere dar a las fincas. Según el Govern la empresa «ya ha expresado su compromiso en este sentido».

La operación se cerrará además con un  pago único, según ha explicado el conseller de Territori i Sostenibilitat, Damià Calvet. En el borrador con el que se trabajaba hasta ahora se preveía que en el momento de formalizar la compraventa la multinacional norteamericana iba a abonar el 20% de la factura -24 millones de euros más IVA-. También establecía que Hard Rock pagaría el 70%  -84 MEUR- cuando se hiciera la publicación definitiva de los planes de mejora urbana (PMU) en el DOGC y, el 10% restante -12 MEUR-, cuando se hiciera la reparcelación.

Este martes vencía el último plazo estipulado. Es la tercera vez que se prorroga

Según este mismo contrato la multinacional se reservaba además durante 10 años la opción de vender los terrenos por 120 millones de euros y la Generalitat tendría la obligación de recomprarlos. Todo ello estaba sujeto a varias cláusulas: que una sentencia declarara nula o recortara el redactado final del PDU -tal como hizo en septiembre el TSJC-; que Hard Rock no llegara a adquirir la licencia para el casino; que se redujera el edificabilidad del sector o que no se cumplieran las fechas de aprobación y construcción propuestas.

Se estima que las obras, según Calvet, comiencen en 2022. El proyecto de la firma con sede en Florida prevé una inversión global de 2.000 millones de euros en un proyecto que se haría por fases, en un ámbito de 745.000 metros cuadrados. Incluye dos hoteles -uno de ellos impulsado por PortAventura- con un millar de habitaciones entre ambos; un casino con 1.200 máquinas recreativas y 100 mesas de apuesta; 75 tiendas de lujo; una gran piscina de 6.000 metros cuadrados y un espacio para conciertos en directo con capacidad para 15.000 personas.

También dispondrá de la oferta Hard Rock Live -que ya ofrece en Las Vegas y Orlando- y espacios para congresos. Durante la construcción de esta primera fase y su puesta en marcha Hard Rock estima que se crearían 11.500 empleos directos e indirectos, y que el impacto económico en la zona sería de 1.300 millones de euros.

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